ARISTÓCRATAS DEL DINERO

ANTIVIRUS

En los últimos años hemos asistido a la creación de una nueva aristocracia: La de los amigos del poder en Rusia que generaron asombrosas fortunas.

Y no menos asombrosas fueron las demostraciones de ese dinero amasado bajo la sombra del presidente, que se tradujeron en vidas llenas de lujos y exageraciones en la que suelen caer los nuevos ricos.

Desde yates hasta clubes de futbol, todo fue posible para la aristocracia económica, de la que también se beneficiaron muchos países.

La invasión a Ucrania parece estar poniendo fin a las prácticas de estos nuevos magnates, que quizás no pierdan la riqueza acumulada, pero si las muestras de su desmesurada ostentación.

Uno de los países más beneficiados por el ingreso de grandes masas de dinero, ha sido el Reino Unido, que ha reaccionado con decisión y se están tomando medidas contra el poder de los ricos rusos.

Medidas ejemplares que deberían ser imitadas, para ser coherentes entre la proclamada solidaridad con Ucrania y lo que se hace en realidad. En esta cuestión como en otras evidentemente más importantes.

Diego Acosta

 

 

 

VACUNADOS Y NO VACUNADOS

ANTIVIRUS

Desde que comenzamos a vivir la peste hemos recibido tantas informaciones y tantos desmentidos, que cuesta tratar de mantener el equilibrio entre unos y otros.

Ahora se ha añadido un nuevo tema de discusión: Es discriminatorio el pasaporte o el documento que acredita que una persona se ha vacunado contra el virus de la peste?

Para quienes han recibido las dosis de las vacunas la respuesta es casi obvia: NO. Pero quienes no las han recibido opinan exactamente lo contrario.

Quizás esto en el fondo de la cuestión, puede llevar a pensar que de lo que se trata es que una vez más la sociedad mundana está revelando su absoluta falta de solidaridad.

Si planteáramos en otros términos este asunto, probablemente llegaríamos a la conclusión que lo que se considera discriminatorio es simplemente un documento que acredita una determinada situación de algunas personas.

Y entonces no estaría en el ánimo de nadie la discriminación, sino la sencilla aceptación de algo que algunos tienen y otros no, porque no les ha llegado el momento de tenerlo o porque se niegan a hacerlo.

Procediendo así, solamente estaríamos pensando en el Prójimo como nos mandó Jesús y nos olvidaríamos de ese personaje tan importante que somos nosotros mismos.

Diego Acosta