BLOG…DEL TIEMPO
Éste es el relato de un comandante de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) encargado de supervisar el funcionamiento del sistema de protección antiaérea conocido como Cúpula de Hierro o Kipát Barzel en hebreo durante la guerra de agosto del 2014 contra las fuerzas terroristas de Hamas.
La Torá menciona cómo el Eterno castigó a Faraón y a los egipcios:
Shemót 10:13 Moshé extendió su vara sobre la tierra de Egipto y El Eterno guió un viento del Este por toda la tierra en aquel día y en toda aquella noche. Se hizo de mañana y el viento del este trajo la langosta.
Éste impresionante acontecimiento tuvo lugar el 6 de agosto en plena operación Margen Protector con la cual logramos destruir la infraestructura del Terror y evidenciar el uso de túneles del terror creados con los materiales de construcción que constantemente recibían como donación en la Franja de Gaza y en la que además dejamos en evidencia la utilización de escudos humanos por parte del grupo terrorista Hamás.
Un comandante israelí afirmó que cientos de vidas israelíes se salvaron recientemente cuando «la mano de D’os » desvió un cohete de Hamas.
La Cúpula de Hierro detectó que un misil fue lanzado desde Gaza a territorio Israelí, calculó el lugar de impacto con una precisión de 200 metros. Éste misil impactaría si bien en el centro Azrieli ó el Kiryat ó la estación central de tren, todo en el centro de Tel Aviv.
Lo que hace la Cúpula de Hierro es calcular la trayectoria del misil, mide la velocidad del viento, entre otras cosas. Lanza el primer misil interceptor, el cual no hace contacto con el objetivo, lanza un segundo misil, el cual tampoco hace contacto «apenas quedaban cuatro segundos para que el misil toque tierra, yo estaba en shok» comenta el comandante de la Cúpula de Hierro.
Ya el sistema había lanzado la alerta sobre un posible incidente con un número masivo de víctimas.
De repente, el lector de la cúpula de hierro detecta un fuerte viento proveniente del Este, tan fuerte que logra desviar el misil que termina en el mar. Todos estábamos impresionados, me puse de pie y grité
יש אלוקים!!! יש אלוקים!!! יש אלוקים !!!
D’os existe!!! D’os existe!!! D’os existe!!!
iesh Elokím!!! iesh Elokím!!! iesh Elokím!!!
«Presencié el milagro con mis propios ojos. No me lo contaron. Vi la mano de Dios enviar ese proyectil hacia el mar«, concluyó.
El primer Ministro de Israel David Ben Gurion dijo una vez: «En Israel, para ser realista, hay que creer en los milagros»
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