Los hombres seguimos desafiando a Dios afirmando
que el ser de mil años ya ha nacido y que será asistido
en su vejez por la biotecnología, la inteligencia artificial
y robots. Olvidamos que Dios es el que da y quita la vida. ANTIVIRUS – Diego Acosta
Resulta dramático ver como hay hombres y mujeres que combaten con denuedo los síntomas de la vejez, principalmente los que resultan evidentes.
De tan dramática que es esta lucha, resulta patética, pues por mucho que hagamos los mortales, el paso del tiempo es inexorable y debería ser aceptado como tal.
Recuerdo que cuando era niño me maravillaba ver la cabeza blanca de mi abuela y lo contenta que estaba ella con sus canas y como las cuidaba.
Desde entonces me pareció natural que hubiera personas jóvenes y otras mayores compartiendo el mismo tiempo, porque así es el ciclo de la vida que Dios estableció.
Por tanto de nada vale disimular o combatir el paso del tiempo, porque es absolutamente inevitable y representa una actitud de rebeldía hacia el Eterno que así lo ha determinado tras el pecado de Adán y Eva.
Seamos sabios y no luchemos contra la edad. Demos gracias por cada año que nos ha sido concedido.
Proverbios 19:20 Escucha el consejo, y recibe la corrección, para que seas sabio en tu vejez.