Buenos días, te voy a leer algo que he escrito: Mi espíritu me lleva al cielo y las calles son de oro, los riachuelos brillan como la luz del lucero, los abetos cuelgan sus ramaje y bailan con el viento. Unas praderas verdes, que toda está en el silencio. Mi Señor está en su trono y los ángeles contentos cantan alabanzas, llorando y en paz y contentos. Todo lleno de flores y rosa, jazmín y perfume. Bellos, los ángeles siguen cantando a nuestro Padre del Cielo, todos de blanco, cantan y son ciento y cientos de ellos en el cielo. Se oye una música y todo está en silencio. Solo se oye el sonido de esa música Santa, y todo visten de blanco de un blanco que yo no he visto jamás, es un blanco blanco que es puro y celestial. Todos con su instrumento no paran de tocar. Ángeles santos, venir conmigo a bailar con la música del cielo. Todo el mundo sanará porque no habrá enfermedades, porque tú pararás nuestras mentes y las síntomas de ira y los síntomas, porque esos son síntomas no hay enfermedades en la gloria. Son las siete de la mañana y mi Señor me despertó para decir al mundo que ya se acerca al final, pero que no tengamos miedo porque Él nos va a salvar. Cantemos alabanza a nuestro Rey celestial porque viene un mundo nuevo que no podemos ni imaginar. Hoy nos bendice a todos, gracias Papá, cambia los corazones para que estemos todo en paz. Este silencio de madrugada llena mi alma de gloria amén.

Colaboración de: Julita

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