LA BUENA MEDIDA

Como nos impacta advertir que nuestro hermano de fe progresa sin cesar y que todo lo que sabemos de él nos revela que Dios lo bendice grandemente en todo lo que hace.

Nos preguntamos qué tiene de diferente con relación a nosotros? Nos preguntamos por qué Dios lo bendice con todas cosas? Por qué él tiene tanto y nosotros tan poco?

Con tantas preguntas incluso podemos llegar a dudar de la justicia del propio Dios, porque no entendemos porque hay tantas diferencias entre algunas personas y otras.

Y este sentimiento de incredulidad se agranda hasta límites insospechados, cuando se trata de ver la realidad de un hermano de la fe o de un hombre del mundo comparada con nuestra realidad personal.

Cuando llegamos a este punto es necesario reflexionar de otra manera, cambiar la perspectiva del análisis y en lugar de hacernos tantas preguntas, simplemente aceptar que la vida de cada persona es diferente.

Y esto es así porque Dios nos hizo diferentes y porque para cada uno de nosotros Dios ha establecido un propósito diferente y en consecuencia las realidades de cada uno de nosotros serán diferente.

Debemos de aceptar que Dios tiene amor por cada uno de nosotros, que no se olvida de nosotros y en esa aceptación también está implícita que la medida con que Dios nos bendice, es la buena medida!

Salmos 94:19
Diego Acosta García

Deja una respuesta