LA CARGA DEL PASADO

Un joven se lamentaba amargamente de su pasado, sabiendo todo el mal que había hecho y todo el daño que había causado. Se preguntaba como una persona así podía ser ser mirada por Dios.

Le respondimos que nadie es lo suficientemente digno como para ser aceptado por Dios, nadie es lo suficientemente perfecto como para que Dios pueda depositar su mirada sobre él.

Lo que ocurre es que el infinito amor de Dios supera todos nuestros errores, nuestros pecados, nuestras rebeldías e incluso olvida todas las veces que lo negamos.

Por eso Dios es Amor… Él elige a quienes serán sus hijos. Solo Él tiene el Poder suficiente para perdonar lo que nadie nos perdonará y para olvidar lo que nadie olvidará.

El joven quedó asombrado que pudiéramos hacer estas afirmaciones y que quedó todavía más perplejo, cuando le dijimos que nosotros no nos atrevíamos a juzgar su pasado.

Le dijimos que lo único que el Señor precisa es nuestro arrepentimiento y nuestro corazón dispuesto a buscar el Perdón que solo el Eterno nos puede conceder.

Nosotros que fuimos y somos pecadores nos llamamos hijos de Dios, solo por la infinita Gracia y Misericordia del Creador. No hay mérito suficiente que pueda hacer un humano para hacerse acreedor a tanto Amor.

Salmos 79:9
Diego Acosta García

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