LOS DICHOS…

El refranero popular tiene algunas singularidades que resulta interesante destacar porque frecuentemente hace alusión a temas espirituales, aunque no haya sido ese el origen de las frases.

Uno de ellos dice: Predicar con el ejemplo… Estas palabras las escuchamos a propósito de los continuos casos de corrupción que se están conociendo en varios países.

Y el sentido que se le asigna es obrar con decencia en cualquier circunstancia y en cualquier situación. La honradez además de ser proclamada, debe ser practicada.

El valor de este juicio tiene su relevancia cuandomenscontraluz recordamos el caso de Mardoqueo, el judío que vivía su exilio en la Babilonia del rey Asuero y bueno es recordar su ejemplo.

Los judíos y el resto de la población estaban obligados a rendir pleitesía cuando pasaban determinados jerarcas del imperio. Pero Mardoqueo, sin decir una sola palabra lo único que hizo fue no arrodillarse.

Solamente con esa actitud conmovió a un gigantesco imperio que se extendía desde la India hasta Etiopía. Un gesto ejemplar que no precisaba de más argumentos que lo explícito de la situación.

En nuestro cotidiano vivir recordemos siempre a Mardoqueo, porque no precisamos decir una palabra para que la elocuencia de nuestros hechos dejen constancia de nuestra fe en el Señor. Con eso basta.

Ester 3:2
Diego Acosta García

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