SÉPTIMO MILENIO: LOS GITANOS ATRAVIESAN OTRA GRAVE SITUACIÓN EN FRANCIA

La Unión Europea ha denunciado la afirmación formulada por el Ministro del Interior del país galo, en el sentido de que la mayoría de los gitanos deben ser llevados a la frontera, porque el papel del Estado no es acoger estas poblaciones.
En el año 2010 fue el presidente Nicolás Sarkozy también recibió una advertencia de la Unión Europea con relación a la deportación de miembros de la comunidad gitana.
El ministro Manuel Valls también declaró que en las zonas donde se encuentran los asentamientos de los gitanos aumentan los índices de delincuencia y mendicidad.
La Vicepresidenta de la Comisión Europegitanosa y responsable de Justicia, acusó a Francia de no aplicar su estrategia nacional de integración de los gitanos puesto que se están retirando las ayudas económicas a esa comunidad.
Remarcó que: La libre circulación como la libertad de residir en otro país son derechos fundamentales. Si esos principios inscritos en los tratados no respetados, la Comisión Europea utilizará todos los medios a su disposición para sancionar las violaciones.
La problemática de los gitanos también ha despertado inquietud en Luxemburgo, otro estado miembro de la Unión, por cuanto se teme que los gitanos que residen en Francia puedan desplazarse hacia el pequeño país.
Una vez más los gitanos sufren la hostilidad racial en Europa y una vez más debemos recordar que esta cuestión, tiene desde la perspectiva de los creyentes una visión diferente.
Jesús nos mandó amar al prójimo, con lo que la cuestión queda resuelta desde los principios que profesamos, sin ninguna clase de dudas. Alegar otros aspectos, como la falta de integración o incluso la poca disposición al trabajo de los gitanos, son temas de preocupación de los Estados.
Sin embargo los creyentes debemos reconocer a los gitanos, su notable aporte a la difusión del Evangelio en algunos países, específicamente España donde se reconoce la obra de la Iglesia Filadelfia.
Debemos ser coherentes y amar al prójimo como lo mandó Jesús. Ayudemos a los gitanos en estas horas difíciles. No aceptemos su hostigamiento!

Diego Acosta García

www.septimomilenio.com

 

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