PRUEBAS Y PRUEBAS

Un amigo le contaba a otro  la cantidad de pruebas que estaba viviendo, con la certeza de que sería confortado y alentado ante la magnitud de las situaciones que afrontaba.

Para su sorpresa en lugar de recibir una palabra de aliento como esperaba, fue sacudido por una pregunta: ¿Qué pasaría si no tuviéramos pruebas y nuestra vida fuera sencilla y sin sobresaltos?

Este planteamiento hizo reaccionar a quién estaba preocupado con tantas pruebas y se pruebapuso a pensar en la razón que tenía su amigo y como le había ayudado su pregunta.

Si no tuviéramos pruebas nunca podríamos crecer como creyentes, siempre seríamos unos niños que deberíamos ser alimentados con provisiones de poca magnitud.

Sin dejar de reconocer que las pruebas tienen como respaldo el amor de Dios por nosotros, porque evidentemente si no nos amara no se preocuparía por nuestra vida.

El hombre que se quejaba de sus pruebas se detuvo a pensar en la naturaleza de los problemas que tenía para tratar de sacar conclusiones acerca de lo que el Señor deseaba que aprendiera.

Y advertió que en ese momento comenzaba a crecer espiritualmente y que estaba dejando de andar con ayuda y daba pasos que lo llevarían a la tan ansiada madurez, símbolo de la relación con el Señor.

Santiago 1:12
Diego Acosta García

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