FUEGO

Un refrán popular dice: El que juega con fuego, se puede quemar!

Esta frase que puede parecer demasiado obvia, sin embargo tiene su importancia si la aplicamos a nuestra vida de creyentes.

Cuando jugamos con fuego? Cuando nos permitimos llegar con nuestros hechos hasta los límites mismos de lo que está establecido en la Palabra de Dios.

Es sorprendente como muchas veces arriesgamos tanto, por cosas o cuestiones que no tienen la menor importancia, pero que sí forman parte de nuestros deseos.

Por eso se dice eso de jugar… Se nos ha enseñado que todo tiene sus consecuencias y evidentemente jugar con lo que no deberíamos hacerlo también las tiene.

En el mejor de los casos podríamos salir chamuscados o con pequeñas quemaduras. Pero por qué desafiamos lo que sabemos que es bueno, haciendo lo malo?

Seguramente porque forma parte de la naturaleza humana, obrar de manera frívola cuando se trata de asuntos que de ninguna manera pueden tratarse con liviandad.

Pareciera que la influencia del mundo sobre nosotros es más grande de lo que nos imaginamos o mayor de lo que podamos reconocer. En ello radica uno de los peligros de jugar.

Seamos sabios y vivamos sabiamente!

No desafiemos al Señor con nuestros juegos, que son más propios de personas del mundo, que de quienes nos declaramos sus hijos.

Proverbios 6:27-28
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

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