DEVOCIONAL
Todos los años surge la misma cuestión: Cuando nació Jesús?
Lo cierto es que conmemoramos su Glorioso Nacimiento, según una antigua convención de la iglesia católica para «cristianizar» la celebración pagana del solsticio de invierno.
Tiene alguna importancia determinar el día exacto?
Ninguna.
Sencillamente porque lo sustancial es el cumplimiento de la profecía, que en la humilde Belén, nacería el niño que cambiaría la historia de la humanidad.
Todo lo demás, no es otra cosa que una distracción innecesaria, acerca de lo que verdaderamente es importante.
Como siempre ocurre, nos perdemos en la espuma de lo fantasioso y así perdemos la perspectiva de lo que significativo y relevante.
Dios hecho Hombre, nos dejó el Mensaje de Salvación, que es motivo fundamental de su presencia en los parajes de la Tierra Prometida a Abraham.
De su Pueblo y en su Pueblo nació Jesús, posiblemente un día de comienzo del otoño en Oriente y que con toda alegría conmemoramos este mes.
Mateo 1:20-21
Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Mateus 1:20-21
E, projetando ele isso, eis que, em sonho, lhe apareceu um anjo do Senhor, dizendo: José, filho de Davi, não temas receber a Maria, tua mulher, porque o que nela está gerado é do Espírito Santo.
E ela dará à luz um filho, e lhe porás o nome de Jesus, porque ele salvará o seu povo dos seus pecados.
Diego Acosta / Neide Ferreira