La impresionante profecía de Isaías anunciando a la humanidad el nacimiento del Mesías, nos debe hacer reflexionar acerca de la importancia de la Navidad.
En este día tan significativo recordamos:
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
Y fue consumado y por eso los hijos de Dios recordaos en este día el nacimiento glorioso de nuestro Salvador. Sin emociones ni sentamentalismos. Solamente creyendo.
Diego Acosta García