Blog del TIEMPO
Amados jóvenes…
Creo que coincidiremos en que es muy difícil ser joven. Lo digo por experiencia, porque yo también fui joven y me resultó tan complicado como seguramente ocurre lo mismo hoy.
Mis tiempos eran distintos, pero las preocupaciones fueron y son las mismas, centrándonos sobre todo en cómo vivir, cómo obrar correctamente, cómo decidir con seguridad.
Mi vida fue una larga cadena de errores y poquísimos aciertos, lo que prueba lo difícil que resultó vivir para mí. Pero a los 52 años todo cambió.
Por la Gracia, por Misericordia, recibí a Jesús en mi vida y fue lo mejor que he hecho hasta ahora. Y no tengo ninguna duda que lo será en lo que me quede de existencia.
No estoy hablando de religión ni de religiosidad, simplemente estoy hablando de la vida. Ahora tengo seguridad para obrar, para decidir y para pensar.
Simplemente porque tengo una referencia mayúscula que no es otra que Dios hecho Hombre, para salvarnos y guiarnos a lo largo de la vida con enseñanzas perfectas, que en mi caso me ayudan totalmente en mis imperfecciones.
Pueden creerme amados jóvenes, que con Jesús la vida no solo es diferente sino que es mejor, hasta me permito decir que superior. Ahora sabría cómo ser buen hijo, buen novio, buen esposo, buen compañero. Pero no hay que lamentarse de nada y menos por el pasado.
En este tiempo final de mi vida, procuro ser buen padre, buen esposo, buen abuelo, buen compañero, guiado por Jesús. NO por una religión, sino por ÉL, por su Misericordia y su Amor que tengo en mi vida.
Que es el mismo que intento dejarles ahora. Gracias por la benevolencia de escucharme. Que Jesús guíe vuestros pasos.
Diego Acosta