SÉPTIMO MILENIO: ¿RENUNCIÓ EL PENÚLTIMO PAPA CATÓLICO?

 

Sorprende que relacionadas con la información de la renuncia del jefe de la iglesia católica romana, comiencen a circular diversas cuestiones vinculadas con su sucesor.
Más sorprende porque se hace mención a San Malaquías de Irlanda quién en 1139 quién publicó la llamada “profecía de los papas”, a partir del sucesor de Celestino II en 1130.
Según esta profecía el sucesor del papa renunciante sería Pedro el romano, que sería el último pues tras su reinado llegaría el fin del mundo, con la destrucción de la ciudad de las siete colinas, que es Roma.sanmalaquias
Consignamos esta información por cuanto ha tenido notoria repercusión en los medios de comunicación, pero no olvidamos que el supuestamente adivino Nostradamus, se equivocó nuevamente.
Había anunciado el asesinato del papa católico número 111, que como es evidente no ha ocurrido pues termina su mandato por decisión personal a partir del 28 de Febrero.
En estos días de tanta efervescencia informativa, simplemente debemos aferrarnos a la única Verdad que ha sido revelada a los hombres y también a la única Verdad relacionada con la Iglesia de Cristo.

Diego Acosta García

SÉPTIMO MILENIO: ¿ESTA ES LA BURBUJA EN LA QUE VIVIMOS?

Producto de una operación de marketing fue presentado este monstruoso vehículo que tendría 42 ruedas y 19 motores. Un coche que representa el mundo de fantasía en el que vivimos.
Cuando hablamos que pareciera que estamos dentro de una burbuja para que nada ni nadie nos afecte, estamos declarando que nos gustaría que tuviéramos la capacidad de romperla.BMW 4219ELi
Para que estas fantasías alocadas no ocupen ni nuestro tiempo ni nuestra mente, para que podamos llorar con los lloran y sufrir con los que sufren y no delirar con los que deliran.
El tiempo se está acabando y comienza el tiempo en el que los tibios recibirán lo anunciado en Apocalipsis a la Iglesia de Laodicea. Es tiempo de vivir en el mundo en el que quiere que vivamos Jesús.

Diego Acosta García

SÉPTIMO MILENIO: CARNAVAL… LA FIESTA DE LA MUERTE

Desde hace alrededor de cinco mil años los hombres liberan sus más primitivos instintos y celebran lo que con el tiempo conocemos como Carnaval.
La fiesta que se inicia antes de la cuaresma católica no es otra cosa que un permiso que se concedía para que se pudiera comer carne en días en los que no se lo podía hacer.
El carnaval descubre los cuerpos y esconde las caras con máscaras, para que todo esté permitido pero sin que nadie pueda enterarse de lo que verdaderamente hacemos.
carna2El carnaval nos debe hacer reflexionar acerca de los comportamientos que tenemos los humanos que exaltamos una fiesta que inocultablemente tiene orígenes maléficos.
Por unos días permitimos que el mal se apodere de mentes y cuerpos y aceptamos que los dioses de la maldad se cobren vidas en el altar de esta idolatría.
Es tiempo de reflexión, es tiempo de comenzar a advertir que estamos llegando a los tiempos decisivos de los que Jesús habló a sus discípulos. Debemos prepararnos para esos tiempos y ayudar a quienes viven el carnaval.
Debemos ser responsables para que el carnaval no se siga cobrando vidas de personas que desde su desconocimiento participan de un rito en el que prevalece la muerte.

Diego Acosta García

SÉPTIMO MILENIO: UN TERRIBLE SUCESO CONMUEVE A FRANCIA

La tragedia de ser débil en el siglo XXI supera los límites de lo que nos podamos imaginar, en estos tiempos de tanto progresismo y evolución de la sociedad.
Puede que para muchos el drama de la mujer que en Francia ahorcó a sus tres hijos y luego se quitó la vida de la misma manera, no sea más que una demostración que hay personas que no saben enfrentarse a la vida.
No importa en este razonamiento que el esposo de la mujer protagonista de esta historia, drapeause haya quitado la vida hace más de dos años y medio, también por ahorcamiento.
Tampoco importa que estas personas no hayan sabido superar el problema de la falta de trabajo y la consecuente falta de dinero. La sociedad duerme en paz porque para eso están las subvenciones del Estado.
Los subsidios calma-conciencia se descuentan de los impuestos o se pagan con las contribuciones. De manera que cada persona puede pensar que ha cubierto su cuota de solidaridad.
Pero hay algo que no se tiene en cuenta. En los subsidios o en las contribuciones de cualquier tipo, no están incluidos ni el Amor ni la Misericordia.
Podríamos pensar entonces: ¿Qué hicimos como creyentes con esta familia de cinco ahorcados? ¿Qué hicimos con personas mayores que estaban abrumados por la falta de dinero para sus hijos?
¿Esas necesidades se cubren solamente con dinero o pueden cubrirse con la solidaridad de recibir comprensión, afecto? Es evidente que estamos llegando a tiempos límites.
Es la hora en que nos tenemos que comenzar a definir. Vivimos como nos manda la sociedad y nos consolamos con lo que la sociedad nos enseña o vivimos estableciendo el Reino, con su Justicia y también con su Amor y Misericordia.
Cada vez queda menos tiempo para que nos comportemos como hijos de Dios y que estar junto al débil es un imperioso mandato indelegable e impostergable.
Que la historia de la familia francesa cuyos cinco miembros murieron de una forma tan brutal, no sea olvidada ni por la sociedad donde vivieron ni por quienes debemos alertarnos por su desaparición.

Fuente: Le Figaro – Francia
Diego Acosta García

SÉPTIMO MILENIO: MEMORIA DEL HOLOCAUSTO

En este tiempo se ha recordado el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Un día específico para recordar un horror que debemos guardar en nuestra memoria.holoc

El Pueblo de Dios es el pueblo de la memoria. Solamente por la memoria se puede justificar la existencia y supervivencia de los judíos a lo largo de miles de años.

Recordar el Holocausto en un día específico tiene su significado, pero también es necesario que guardemos en nuestros corazones el recuerdo de quienes fueron inmolados en el altar del odio hacia Dios.

Quienes nos declaramos co-herederos de las promesas hechas por el Eterno a su Pueblo, debemos guardar memoria del Holocausto, frente a quienes lo niegan y frente a quienes intentan hacer desaparecer a Israel.

Diego Acosta García

SÉPTIMO MILENIO: ¿Y LOS 60 MIL MUERTOS EN SIRIA?

Esta pregunta difícilmente tenga una respuesta, porque al cabo de 22 meses de brutales combates esta cantidad de víctimas parece dejar impasible al resto del mundo.
Podemos pensar que solamente en Europa hay muchas ciudades que tienen una población aproximada a esa cantidad y deberíamos imaginarnos, que es como si alguna de esas ciudades hubiera desaparecido. Que diríamos entonces?
La guerra de Siria deja en evidencia a quienes defienden los regímenes totalitarios en los países árabes impregnados de la fe musulmana, que parece alentar más que apaciguar la guerra.
Esta tremenda cantidad de muertos deja también a la comunidad internacional en evidencia, porque nadie parece tener la suficiente autoridad como para poner fin a los combates.
Que podremos decir de los fundamentos espirituales por los que se vive y también por los que se mata en esta cruel guerra en Siria? Seguiremos defendiendo esos valores en Occidente?
Estamos frente a una dramática realidad que sigue sumando víctimas inocentes, mientras seguimos debatiendo que podríamos hacer para detener la matanza.
Los amigos y defensores del régimen sirio podrían ser considerados co-responsables de esta tragedia que cada día que pasa, parece conmover menos al resto del mundo.
Podemos preguntarnos también: Que parte de responsabilidad tenemos los creyentes en este conflicto? Oramos, intercedemos? O pensamos que este no nos concierne?

Diego Acosta García

SÉPTIMO MILENIO: LA REALIDAD FRENTE A LA FRIVOLIDAD

Mientras en todo el mundo utilizábamos las consabidas frases hechas relacionadas con el nuevo año, sintetizada en tres palabras: salud, dinero y amor, estuvimos viviendo al borde un auténtico precipicio.
En intensas negociaciones se debatió en Estados Unidos acerca de leyes impositivas, que de no haberse aprobado hubieran generado una gran recesión y por extensión al resto del mundo.
Ese precipicio económico que hizo tambalear a las bolsas de todos los continentes, es una elocuente demostración de la fragilidad de la economía mundial.
Puso también en evidencia de cómo la realidad nos llama la atención sobre lo que es verdaderamente importante, con relación a cómo vivimos, como pensamos y como obramos.
Resulta fundamental que en estos tiempos de tanta incertidumbre, como lo demuestra lo ocurrido en Estados Unidos, nos aferremos más que nunca a la Palabra de Dios.
No permitamos que la frivolidad se introduzca en nuestras vidas, porque es altamente nociva, podríamos decir que de una alta toxicidad y puede llegar a apartarnos de lo único verdadero.

Diego Acosta García

SÉPTIMO MILENIO: DUDAS Y CERTEZAS DE 2013

Este primer día tiene muchas semejanzas con otros primeros días cuando renovamos las mejores intenciones para vivir de una forma diferente y para hacer cosas también diferentes.
Es un día en el que el ímpetu nos domina y nos creemos capaces de grandes logros, es un día como otros días, abiertos a la esperanza y a la ilusión.
Y está bien que sea así para este primer día del año. La cuestión es: como serán los días siguientes a este? Seguiremos animados o caeremos en la rutina o nos agobiaremos por las circunstancias?
Lo cierto es que siempre es bueno que tengamos esperanza por el futuro, pero no es menos cierto que no nos podemos entregar infantilmente a desear cosas difíciles de concretar.
El mundo vive horas de fantasía, mientras la realidad nos sigue alertando sobre cómo pueden ser los restantes días del nuevo año. Es la evidencia de que hemos fantaseado exageradamente.
Quienes nos llamamos hijos de Dios tenemos la gran responsabilidad de entender que un nuevo año tiene el significado de ser una fecha especial en el calendario.
Pero que por sí mismo no significa más que eso. Solamente nos debe animar el saber que ningún tiempo pasado fue mejor que el futuro que nos espera. Pues lo mejor está por venir.
A pesar de las circunstancias, de las evidencias y también de nuestras perspectivas personales. Dios ha prometido estar con nosotros siempre y cumplirá su palabra en este año y en todos los que nos conceda de vida.

Diego Acosta García

SÉPTIMO MILENIO: EN EL ÚLTIMO DÍA DE 2012

Generalmente los seres humanos dedicamos unos minutos, en el último día del año a tratar de hacer una especie de balance acerca de cómo ha sido este tiempo que terminamos.
El balance supone recordar las cosas buenas y aquellas otras que nos han causado disgustos, pesares, problemas. En otras palabras colocamos los datos en el debe y el haber del año.
De esta manera concluimos que 2012 ha sido un año bueno o un año malo. Si lo miramos desde una perspectiva genérica podremos decir que no ha sido un año de los mejores.
Y también podremos tener la certeza de que los habrá peores. Entonces para qué hacemos balance? Tal vez por el hábito o la costumbre de tratar de entender lo que nos ha sucedido como personas y en el país que vivimos.
Lo cierto es que como todo lo medimos desde la visión material o mundana, los resultados están siempre relacionados con nuestra economía, la familia o la salud. Y surge entonces el espíritu de crítica.
Sin embargo quienes nos llamamos hijos de Dios debemos hacer otro planteamiento con relación al año que estamos terminando. Se trata en definitiva de entender la visión desde el punto de vista espiritual..
Podremos entonces decir que este año ha sido complejo, pero que a pesar de todo hemos fortalecido nuestra relación con el Eterno. Si ha sido así, hemos tenido un gran año. Caso contrario, deberemos revisar nuestras actitudes y prioridades.
Pero nunca dejemos de tener en cuenta que las circunstancias materiales, nunca podrán incidir en nuestra relación con el Señor. Él está por encima de todo lo mundano y nosotros también deberíamos estarlo.

Diego Acosta García

SÉPTIMO MILENIO: PORQUE UN NIÑO NOS ES NACIDO…

La impresionante profecía de Isaías anunciando a la humanidad el nacimiento del Mesías, nos debe hacer reflexionar acerca de la importancia de la Navidad.

En este día tan significativo recordamos:

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

Y fue consumado y por eso los hijos de Dios recordaos en este día el nacimiento glorioso de nuestro Salvador. Sin emociones ni sentamentalismos. Solamente creyendo.

Diego Acosta García