CONFIAR
DEVOCIONAL
En los momentos difíciles que todos tendremos, con absoluta seguridad, es necesario no perder el fundamento de nuestro llamado.
Abraham esperó durante muchos años el cumplimiento de la promesa hecha por Jehová relacionada con su paternidad. Es verdad que tuvo su hora de flaqueza, pero Dios conocía su corazón y fué fiel hasta darle a su hijo Isaac.
Moisés recién a los 80 años fue instrumento del Todopoderoso para sacar a su Pueblo de Egipto y a pesar de sus dudas e incluso de su problema para comunicarse, tuvo la honra de ser uno de los hombres mayores de Israel.
En el tiempo de la duda, me animo recordando lo enseñado en la Palabra de Dios, de que siempre sus Propósitos se cumplen en su tiempo y a su modo y a veces a pesar de nuestra propia incredulidad.
Y bien cabe recordar a Noé que durante más de un siglo soportó ser tomado por loco o fantasioso, mientras ejecutaba la orden de Jehová de construir un Arca para ser salvado del Diluvio con el que castigó su Creación.
Estos hombres tienen en común que de maneras diversas supieron que debían perseverar con Confianza, esperando que lo prometido fuera una realidad en sus vidas. Sabiendo que no soy perfecto, solo confío en quién me ha dado la Vida.
Salmo 55:23 Mas tú, oh Dios, harás descender aquellos al pozo de perdición. Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días; Pero yo en ti confiaré.
Diego Acosta / Neide Ferreira