LA REFORMA – XI

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El primer punto de las TESIS de Martín Lutero está relacionado con el arrepentimiento.

1. Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo: «Arrepentíos…», ha querido que toda la vida de los creyentes fuera de arrepentimiento.

Queda rotundamente aclarado que JESÚS no dijo ni haced penitencia, ni convertíos, como se puede comprobar en Mateo 4:17.

2. Este término no puede entenderse en el sentido de la penitencia sacramental (es decir, de aquella relacionada con la confesión y satisfacción) que se celebra por el ministerio de los sacerdotes.

Este punto debe entenderse con el mandato de Jesús: ARREPENTÍOS…
Es evidente que tanto la confesión como la satisfacción quedaban cuestionadas por Lutero, al igual que el ministerio de los sacerdotes, que eran propios de la iglesia católica romana.

3. Sin embargo, el vocablo no apunta solamente a una penitencia interior; antes bien, una penitencia interna es nula si no obra exteriormente diversas mortificaciones de la carne.

Tanto la penitencia como las mortificaciones o sacrificios, quedan excluidas desde la visión de Lutero.

4. En consecuencia, subsiste la pena mientras perdura el odio al propio yo (es decir, la verdadera penitencia interior), lo que significa que ella continúa hasta la entrada en el reino de los cielos.

Es necesario destacar que desde la perspectiva de Lutero, la penitencia es un concepto ajeno a los cristianos evangélicos.

5. El Papa no quiere ni puede remitir culpa alguna, salvo aquella que él ha impuesto, sea por su arbitrio, sea por conformidad a los cánones.

En este punto Lutero quita legitimidad al papa de la iglesia romana, para poder remitir ninguna culpa humana. Quién perdona a los hombres es Dios.

6. El Papa no puede remitir culpa alguna, sino declarando y testimoniando que ha sido remitida por Dios, o remitiéndola con certeza en los casos que se ha reservado. Si éstos fuesen menospreciados, la culpa subsistirá íntegramente.

Lutero ratifica que el papa no tiene autoridad para remitir culpa alguna, ni en los casos que se ha reservado y por eso la culpa subsistirá.

7. De ningún modo Dios remite la culpa a nadie, sin que al mismo tiempo lo humille y lo someta en todas las cosas al sacerdote, su vicario.

Este punto revela la naturaleza de la protesta de Lutero. Dios no somete a nadie, porque de hacerlo significaría renunciar a su propia Deidad.

Diego Acosta

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LA REFORMA – X

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El primer punto de las TESIS de Martín Lutero está relacionado con el arrepentimiento.

1. Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo: «Arrepentíos…», ha querido que toda la vida de los creyentes fuera de arrepentimiento.

Queda rotundamente aclarado que JESÚS no dijo: haced penitencia, ni convertíos, como se puede comprobar en Mateo 4:17.

2. Este término no puede entenderse en el sentido de la penitencia sacramental (es decir, de aquella relacionada con la confesión y satisfacción) que se celebra por el ministerio de los sacerdotes.

Este punto debe entenderse con el mandato de Jesús: ARREPENTÍOS…
Es evidente que tanto la confesión como la satisfacción quedaban cuestionadas por Lutero, al igual que el ministerio de los sacerdotes, que eran propios de la iglesia católica romana.

3. Sin embargo, el vocablo no apunta solamente a una penitencia interior; antes bien, una penitencia interna es nula si no obra exteriormente diversas mortificaciones de la carne.

Tanto la penitencia como las mortificaciones o sacrificios, quedan excluidas desde la visión de Lutero.

4. En consecuencia, subsiste la pena mientras perdura el odio al propio yo (es decir, la verdadera penitencia interior), lo que significa que ella continúa hasta la entrada en el reino de los cielos.

Es necesario destacar que desde la perspectiva de Lutero, la penitencia es un concepto ajeno a los cristianos evangélicos.

5. El Papa no quiere ni puede remitir culpa alguna, salvo aquella que él ha impuesto, sea por su arbitrio, sea por conformidad a los cánones.
En este punto Lutero quita legitimidad al papa de la iglesia romana, para poder remitir ninguna culpa humana. Quién perdona a los hombres es Dios.

6. El Papa no puede remitir culpa alguna, sino declarando y testimoniando que ha sido remitida por Dios, o remitiéndola con certeza en los casos que se ha reservado. Si éstos fuesen menospreciados, la culpa subsistirá íntegramente.

Lutero ratifica que el papa no tiene autoridad para remitir culpa alguna, ni en los casos que se ha reservado y por eso la culpa subsistirá.

Diego Acosta

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LA REFORMA – IX

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El primer punto de las TESIS de Martín Lutero está relacionado con el arrepentimiento.

1. Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo: «Arrepentíos…», ha querido que toda la vida de los creyentes fuera de arrepentimiento.

Queda rotundamente aclarado que JESÚS no dijo ni haced penitencia, ni convertíos, como se puede comprobar en Mateo 4:17.

2. Este término no puede entenderse en el sentido de la penitencia sacramental (es decir, de aquella relacionada con la confesión y satisfacción) que se celebra por el ministerio de los sacerdotes.

Este punto debe entenderse con el mandato de Jesús: ARREPENTÍOS…
Es evidente que tanto la confesión como la satisfacción quedaban cuestionadas por Lutero, al igual que el ministerio de los sacerdotes, que eran propios de la iglesia católica romana.

3. Sin embargo, el vocablo no apunta solamente a una penitencia interior; antes bien, una penitencia interna es nula si no obra exteriormente diversas mortificaciones de la carne.

Tanto la penitencia como las mortificaciones o sacrificios, quedan excluidas desde la visión de Lutero.

4. En consecuencia, subsiste la pena mientras perdura el odio al propio yo (es decir, la verdadera penitencia interior), lo que significa que ella continúa hasta la entrada en el reino de los cielos.

Es necesario destacar que desde la perspectiva de Lutero, la penitencia es un concepto ajeno a los cristianos evangélicos.

5. El Papa no quiere ni puede remitir culpa alguna, salvo aquella que él ha impuesto, sea por su arbitrio, sea por conformidad a los cánones.

En este punto Lutero quita legitimidad al papa de la iglesia romana, para poder remitir ninguna culpa humana. Quién perdona a los hombres es Dios.

Diego Acosta

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LA REFORMA – VIII

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El primer punto de las TESIS de Martín Lutero está relacionado con el arrepentimiento.

1. Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo: “Arrepentíos…”, ha querido que toda la vida de los creyentes fuera de arrepentimiento.
Queda rotundamente aclarado que JESÚS no dijo ni haced penitencia, ni convertíos, como se puede comprobar en Mateo 4:17.
2. Este término no puede entenderse en el sentido de la penitencia sacramental (es decir, de aquella relacionada con la confesión y satisfacción) que se celebra por el ministerio de los sacerdotes.
Este punto debe entenderse con el mandato de Jesús: ARREPENTÍOS…
Es evidente que tanto la confesión como la satisfacción quedaban cuestionadas por Lutero, al igual que el ministerio de los sacerdotes, que eran propios de la iglesia católica romana.

3. Sin embargo, el vocablo no apunta solamente a una penitencia interior; antes bien, una penitencia interna es nula si no obra exteriormente diversas mortificaciones de la carne.

Tanto la penitencia como las mortificaciones o sacrificios, quedan excluidas desde la visión de Lutero.

4. En consecuencia, subsiste la pena mientras perdura el odio al propio yo (es decir, la verdadera penitencia interior), lo que significa que ella continúa hasta la entrada en el reino de los cielos.

Es necesario destacar que desde la perspectiva de Lutero, la penitencia es un concepto ajeno a los cristianos evangélicos.

Diego Acosta

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LA REFORMA – VII

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El primer punto de las TESIS de Martín Lutero está relacionado con el arrepentimiento.
1. Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo: «Arrepentíos…», ha querido que toda la vida de los creyentes fuera de arrepentimiento.
Queda rotundamente aclarado que JESÚS no dijo ni haced penitencia, ni convertíos, como se puede comprobar en Mateo 4:17.
2. Este término no puede entenderse en el sentido de la penitencia sacramental (es decir, de aquella relacionada con la confesión y satisfacción) que se celebra por el ministerio de los sacerdotes.
Este punto debe entenderse con el mandato de Jesús: ARREPENTÍOS…
Es evidente que tanto la confesión como la satisfacción quedaban cuestionadas por Lutero, al igual que el ministerio de los sacerdotes, que eran propios de la iglesia católica romana.

3. Sin embargo, el vocablo no apunta solamente a una penitencia interior; antes bien, una penitencia interna es nula si no obra exteriormente diversas mortificaciones de la carne.

Tanto la penitencia como las mortificaciones o sacrificios, quedan excluidas desde la visión de Lutero.

Diego Acosta

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LA REFORMA – VI

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SEGUNDO PUNTO DE LAS TESIS DE MARTÍN LUTERO

El primer punto de las TESIS de Martín Lutero está relacionado con el arrepentimiento.
1. Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo: «Arrepentíos…», ha querido que toda la vida de los creyentes fuera de arrepentimiento.
Queda suficientemente aclarado que JESÚS no dijo ni haced penitencia, ni convertíos.

2. Este término no puede entenderse en el sentido de la penitencia sacramental (es decir, de aquella relacionada con la confesión y satisfacción) que se celebra por el ministerio de los sacerdotes.

Este punto solo se entiende si se acepta como correcto el mandato de Jesús: ARREPENTÍOS…
Es evidente que tanto la confesión como la satisfacción quedaban cuestionadas por Lutero, al igual que el ministerio de los sacerdotes, que eran propios de la iglesia católica romana.

Diego Acosta

LA REFORMA – V

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JESÚS NOS MANDÓ: ARREPENTÍOS!

Muchas menciones a Mateo 4:17, provocan confusión entre quienes las leen, al cambiar cuáles fueron las verdaderas Palabras del Mesías. El Texto original es este:

Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

Jesús NUNCA dijo:
Haced penitencia
Convertíos
Dijo: ARREPENTÍOS

Todas las traducciones que reemplazan esta categórica afirmación por: inversión, penitencia, buscan deliberadamente equivocar y confundir a quienes las leen.
No hay ningún margen para re-interpretar lo que Jesús dijo, porque su afirmación es categórica, terminante. Por lo tanto incitar a la penitencia, supone que habrá un castigo para quienes no la hagan. También supone que a cambio de pagar una suma de dinero, se puede redimir la culpa. O también recorrer de rodillas distancias inauditas con riesgo del propio físico, o flagelarse como ocurría en el pasado o realizar crueles castigos corporales.
Estas tremendas manifestaciones del error inducido relacionados con la penitencia son contrarias en su más rotunda intención, con el mandato de Jesús. Solamente con el arrepentimiento, obtendremos el perdón de nuestros pecados. Solamente con el arrepentimiento iniciaremos el camino hacia la Vida Eterna, confesando con nuestra boca nuestras faltas, nuestras iniquidades.

Cristo no reclama sacrificios ni penitencias!

Demanda arrepentimiento!

Diego Acosta

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LA REFORMA – IV

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JESÚS NO DIJO HACED PENITENCIA. DIJO: ARREPENTÍOS

El texto original de las 95 Tesis de Lutero en su versículo inicial utiliza el verbo alemán tut buße  que traducido literalmente significa: arrepentíos.

Por tanto el texto que se utiliza frecuentemente:

1. Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo: «Haced penitencia…», ha querido que toda la vida de los creyentes fuera penitencia.

Es una manifiesta tergiversación porque NO hay ninguna referencia Bíblica que respalde que Jesucristo haya dicho: Haced penitencia.

Esta aclaración es fundamental para entender como algunos puntos de las Tesis han sido manipuladas buscando restar el valor de lo expuesto por Lutero.

Para corroborar esta afirmación, reproducimos del Evangelio de Mateo 4:17

Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

La cita corresponde a la Biblia versión Reina-Valera del año 1960.

Estamos advertidos sobre esta cuestión, puesto que la penitencia es una doctrina que pertenece a la iglesia católica romana y no a lo que textualmente reproduce la Biblia. Y obviamente a lo expuesto por Lutero en sus Tesis.

Diego Acosta

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