CONGREGACIÓN SÉPTIMO MILENIO

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A DIOS…O A HOMBRES?

No resulta muy edificante escuchar a los hermanos de la fe, comentar sobre la falta de importancia de las tareas que realizan en las congregaciones.

Lo grave de este tipo de actitudes es que no solamente debilitan su propia fe, sino que son un instrumento de debilitamiento de la fe de los demás miembros.

La queja, es peligrosamente contagiosa!

Siempre he pensado que cuando alguien se plantea este tipo de cuestiones, es porque en el fondo, no tiene muy claros los fundamentos de la Palabra de Dios.

Y es precisamente en el desconocimiento de los fundamentos de esos principios, en donde se encuentra la raíz de muchas frustraciones, de muchos enfados y hasta rebeliones personales contra el propio Creador.

Si nos quejamos, es porque no hemos entendido que el motivo de nuestra queja, no es la tarea que realizamos, sino lo poco valorada que está ante los ojos de quienes nos rodean.

Es decir, nos entusiasma la idea de trabajar para la opinión de los demás, para que puedan apreciar nuestra vocación de servicio y además de eso, la calidad del servicio que somos capaces de prestar.

Esto tiene que ver con la vanidad personal y muy poco con la fe!

Quién trabaje para recibir la honra de quienes lo rodean, no está sirviendo a Dios, está sirviendo a su egolatría y a su visión errada de las cuestiones fundamentales.

Tan grave es este problema, que conviene reflexionar profundamente sobre él y sus consecuencias.

Quién se queja en el sentido en que estamos exponiendo, no solamente está errado, sino que además su falta de relación sincera con la Biblia, lo están alejando irremediablemente del Eterno.

Nunca deben ser los hombres los que ponderen o elogien nuestro servicio en una congregación. Nunca. Si algo hacemos en una iglesia es porque el Señor lo ha permitido.

Por tanto hacemos lo que a ÉL le ha placido que hagamos, aunque muchas veces nos olvidemos de esta cuestión esencial.

Ni son los líderes los que nos convocan a trabajar, ni es el trabajo que nos demandan, obra de su propia decisión. Siempre habrá en el final de todo, la Mano Soberana del Supremo.

Por tanto pensemos bien a quién deseamos servir. A Dios o a los hombres.

Diego Acosta

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Candle and Opened Old Bible

SIN CONFUSIÓN

En un aeropuerto mientras aguardaba el momento de embarcar, llegaron dos mujeres jóvenes con un niño de alrededor de un año.

Muy solícitas atendieron a la criatura y comenzaron a llamarse entre ellas como papá y mamá y en esa forma se dirigían al pequeño.

Una le decía: Mira como papá te trae el osito…Mira como mamá te da el chupete…!

En apenas unos momentos todos quienes estábamos esperando no pudimos menos que prestar atención a lo que hacían estas dos mujeres.

Incluso, ellas hicieron ostensibles sus actitudes, besándose abiertamente y prodigándose caricias y abrazos.

Una señora que estaba delante de mí en la fila, me comentó: Ay señor… en mi vida he visto una cosa semejante.

En el acto otra persona dijo: Pues a mí me parece muy bien…Cada uno está en completa libertad de hacer lo que le parezca bien y si a ellas les parece bien, con eso basta y ahí se acaba la cuestión.

Pero no se acabó. Una de las mujeres que estaban con el niño dijo en voz alta: Tenemos derecho a ser lo que deseamos ser y nadie puede decirnos nada, porque es una cuestión absolutamente personal.

Luego del episodio y durante el viaje reflexioné acerca de lo ocurrido y sobre los comportamientos de quienes fuimos sus testigos.

Resulta evidente que hay una disposición hacia la tolerancia, que es la permite justificar actitudes que en apariencia cada día más parecen normales.

Sin embargo cuando se trata de estas cuestiones como estas nos olvidamos de algo fundamental. No se trata de la defensa de ningún derecho personal.

No estamos hablando de libertades personales, sino de lo que hacemos como seres que hemos sido Creados por el Todopoderoso.

Hemos sido creados Hombre y Mujer, para fructificar y poblar la Tierra!

Por tanto, es lícito pensar que dos hombres o dos mujeres pueden ser papá y mamá?

Es tan temeraria esta afirmación como la de justificar que dos personas del mismo sexo, puedan criar a un niño, en medio de esa relación absolutamente anormal.

Acaso los niños no tienen derechos?

Acaso los niños no tienen derecho a tener a un Hombre como su papá y a una Mujer como su mamá?

Por mucho que pretendamos dar toques de progresismo o de vanguardismo a algunas situaciones, lo cierto es que transgreden la más esencial de las normas establecidas por Dios.

Pensemos con amor cristiano en las personas que se encuentran en esta situación. Pensemos con rotundidad a quienes hacen ostentación de su situación.

No es lo mismo arrepentirse del pecado que hacer ostentación de él. Un pecador puede ser perdonado, pero el pecado nunca será tolerado por el Supremo!

Diego Acosta

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POR QUE TENHO QUE SOFREER?

 

eliePOR QUE TENHO QUE SOFREER?

«O fruto da verdadeira vida cristã não é a nossa salvação, mas sim as nossas perdas em favor da salvação de muitos.» Paulo Borge Junior
Essa palavra vem de encontro a uma palavra que arde no meu coração: “Elohi, Elohi! Lemá sabachtháni?”- que traduzido, quer dizer: “Meu Deus, meu Deus! Por que me abandonaste?”- Marcos 15:34
Quantas vezes nós falamos a mesma frase: Deus porque o Senhor me abandonou? Por que tenho que passar por isso? Que foi que eu fiz para merecer isso? (essa é a preferida por todos)
Jesus, Filho de Deus, também suplicou! Mas Ele deu a Sua vida em favor da vida de outros. Ele “perdeu” para que outros ganhassem.
Não existe dor maior que ver um filho sofrer. Certa vez levei minha filha nº 2 (tenho 5 filhas) ao dentista e ele não me deixou entrar no consultório e tive que ficar na sala de espera. A dor que senti quando ela chorou ao ouvir o barulhinho da máquina doeu em mim, queria sair daquele lugar levando minha filha junto sem que o dentista tivesse a oportunidade de “machucar meu bebe”, mas ela tinha que curar esse dente.
De outra feita, quando minha filha nº 3 foi ter o seu primeiro filho, quase posso escutar, até hoje, um grito que ouvi do lado de fora da sala de espera, sabia que era ela, a sua voz era inconfundível, senti que minhas pernas me faltaram, não conseguia ficar em pé, pensei que ia desmaiar com aquele “não” gritado por ela, mas ela tinha que dar a luz a essa criança.
Será que já paramos para pensar no coração de Deus quando ouviu o Seu Único Filho gritar: Por que me abandonaste? Mas Deus sabia que Jesus tinha que passar por aquela cruz para que você e eu hoje tivessemos SALVAÇÃO, para que fossemos salvos e vivêssemos a VIDA ABUNDANTE. Deus suportou a dor do Seu Único Filho por nós!
Estaremos dispostos a perder para que outros ganhem? Estaremos dispostos a “ceder” em favor de outros ou queremos a “nossa justiça”?
Quando Paulo fala que agora ele sabia que podia tudo naquele que lhe fortalecia, se referia a suportar TUDO em FAVOR DE OUTRO, passar aflição, privação, tristeza, deixar o dele por outro propósito que não fosse o “seu umbigo”, que não fosse a seu favor. Paulo não buscava o favor de Deus em seu próprio benefício, ele buscava a salvação do perdido, a alegria de quem nunca soube o que era estar alegre em meio a dor, buscava mostrar que havia salvação e vida abundante HOJE!
O ser humano é egoísta por natureza (adâmica, como diria um conhecido), mas atualmente parece que isso se tem intensificado, a “minha” dor é mais intensa que a do meu próximo, a “minha” necessidade é maior, o que “eu passo” só eu sei! ERRADO, contrário ao que a diz e ensina.
Mas Deus não nos chamou para sofrer, Ele nos chamou para viver nEle, viver o que Ele tem.
Deus nos chamou para dar a luz, para curar e libertar, para suportar e dar o outro lado do rosto.
Deixemos de ser tão egoísta e egocêntricos e vivamos conforme Jesus falou: Amando ao próximo como a nós mesmos, deixando de lado o nosso querer e benefício por amor ao outro.
Você não precisa “se amar” Deus já fez isso por você!

“Porque Deus amou o mundo de tal maneira que DEU o seu Filho unigênito” João 3:3

Elié Ferreira

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Candle and Opened Old Bible

AHORA TODO EL MUNDO ES APÓSTOL NADIE QUIERE SER SIERVO

DIOS ANDA BUSCANDO SIERVO.

NO TÍTULO, NI RECONOCIMIENTO, LOS TÍTULOS NO SIRVEN DE NADA .

NO HECHAN FUERA LA ENFERMEDAD, NO SACAN LOS DEMONIOS Y NO PUEDEN HACER QUE PASEN SEÑAL y MILAGRO.

LO ÚNICO QUE IMPACTA AL MUNDO ESPIRITUAL ES TENER LA GLORIA DE DIOS, O SEA UNA RELACIÓN ÍNTIMA CON DIOS.

LO MÁS IMPORTANTE ES SER CONOCIDO EN EL CIELO!!!!

David Ramirez

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elieLA CONSOLACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO

Me puedo imaginar a una persona que necesita consuelo…como haríamos para consolarla? Le daríamos un abrazo, le diríamos palabras dulces y bondadosas, intentaríamos “subirle la estima”?
Todo eso está bien, pero existe un consuelo que muda, transforma, liberta y libera!
La consolación del Espíritu Santo!
La Consolación no es el sentido de confortar por una situación difícil (acariciar, abrazar con compañerismo), es el llenado del Espíritu Santo, que cambia la aflicción por la presencia del Espíritu Santo, ser llenos, embriagados, alimentados, hasta desbordar!!!
Casi todos nosotros pensamos que la Consolación del Espíritu Santo es una forma de “conformarnos con una determinada situación, sabiendo que Dios es mayor que todos nuestros problemas”, pero quiero deciros una cosa:
ES MUCHO MÁS QUE ESO, y va mucho más allá:
Es un cambio en el sentir, una conversión total del camino, una restauración total, una entrega absoluta a Dios.
Necesitamos de este Consuelo, de este cambio en nuestro interior, en nuestra alma. Necesitamos ser curados de las heridas, traumas, secuelas de situaciones y es en eso donde se produce la CONSOLACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO.
Dios tiene prometida vida abundante para HOY, AHORA, YA.
Es bueno que sepamos recibir esto del Espíritu Santo, dejar que ÉL nos llene sin miedo a abrir la mano de otras cosas! Dejar que ÉL asuma el control de todo y CONFIAR en una entrega absoluta hacia ÉL.
Permite que el Espíritu Santo cante una canción en tu corazón que salga por tu boca con una voz audible!
Permite que ÉL te domine y transforme en una NUEVA y VERDADERA criatura!
Quién tenga oídos oiga lo que el Espíritu dice!

Elié Batista Ferreira

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Sejam as consolações do Espirito Santo

Sejam as consolações do Espirito Santo

Fico imaginando uma pessoa que precisa de consolo….como faríamos para consola-la? Daríamos um abraço, falaríamosElié palavras doces e bondosas, tentaríamos “levantar a moral”?
Tudo isso está bem mas……existe um consolo que muda, transforma, cura, liberta e libera!!
A consolação do Espírito Santo.
Consolação não no sentido de confortar por uma situação passada (passar a mão, dar um abraço de companheirismo), mas sim encher do Espirito, a troca da aflição pela presença restauradora do Espirito Santo, ser cheios, transbordantes, embriagados, alimentados!!!
Pensamos, quase todos nós, que a consolação do Espirito Santo é uma forma de nos “conformarmos com uma determinada situação sabendo que Deus é maior que nossos problemas”, mas quero falar uma coisa:
É MUITO MAIS QUE ISSO, vai muito mais além
Uma mudança no sentir, uma “conversão” de caminho, uma restauração total, uma entrega absoluta à Deus.
Necessitamos deste consolo, desta mudança no nosso interior, na nossa alma, necessitamos ser curados de feridas, traumas, sequelas de situações, e é ai nesse lugar onde existe a CONSOLAÇÃO do ESPIRITO SANTO.
Deus tem a vida abundante prometida para HOJE, AGORA, JÁ!
Que saibamos receber isso do Espirito Santo, deixar Ele nos encher sem medo de abrir mão de outras coisas!! Deixar Ele assumir o controle e CONFIAR na entrega absoluta a Ele!!
Deixe que o Espirito Santo cante uma canção no teu coração e que sai pela tua boca em voz audível!
Deixe que Ele te domine e te transforme em uma NOVA e VERDADEIRA criatura!

Quem tem ouvidos ouça o que o Espirito diz!

Elié Batista Ferreira

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marcio-valadao

UNA NACIÓN BAJO JUICIO…

Estamos viviendo claramente un tiempo de juicio en Brasil. El pinchazo de nuestra economía, la creciente violencia, las catástrofes naturales sin precedentes, las plagas manifestadas por epidemias y enfermedades que todavía ni se conocían y tantas otras realidades que hoy afectan trágicamente la vida de los brasileños no son sólo una triste casualidad. Dios está azotando una nación que no reconoció el tiempo de su visitación y despreció la gracia que se le ofrecía.
Nadie puede negar que hubo un derramamiento del Espíritu en Brasil. En las últimas décadas, vimos muchas manifestaciones de sus actuaciones, produciendo movimientos sobrenaturales y abriendo ampliamente las puertas para la predicación del evangelio. Aquí se levantaron muchos profetas y muchos otros vinieron de otros países para soplar el aliento de vida sobre nuestra nación. Pero que hicimos con todo ello?
El Brasil con sus cuarenta millones de evangélicos de hoy es más podrido y más corrupto que el de ayer, que tenía menos creyentes. Estamos viendo las entrañas de nuestra clase política y empresarial expuestas con su vergüenza por la justicia, pero eso no es más que una tenue muestra de lo que en realidad es la ética y la moral de nuestro pueblo. Eso es, de nuestro pueblo, porque la deshonestidad indecente no es una marca exclusiva de los políticos, sino de gran parte de nuestra población, incluyendo pobres y ricos, cultos e incultos, incrédulos y … ¡Evangélicos! Lamentablemente, profesar la fe en Jesús no significa más el compromiso de andar como Él anduvo.
Me gustaría contar otra cosa, pero mi percepción profética no me lo permite. Los años a venir no van a ser fáciles para nosotros. En general, las cosas van a peor. No me refiero sólo de la economía (para lo cual no hace falta ser profeta), sino de las tragedias que harán temblar las estructuras de nuestra nación. Acuérdense de lo que estoy diciendo. Pueblos de otras lenguas comerán de nuestro pan y reirán de nuestro luto. ¡Hablo en nombre del Señor!
La lectura de Jeremías 5 puede ayudarnos a ver el Brasil de hoy con los ojos de Dios. Recibí este texto de una joven durante un tiempo dedicado a la oración y comprendí perfectamente el mensaje de Dios. Su vara castigará sus lomos. ¿Hasta cuándo? Hasta que seamos quebrantados como nación.
Históricamente, cuando Dios envía juicio, encuentra un remanente que le busca y que aplaca su ira. ¡Hagamos parte de esos! Permanecer fieles no nos va a librar del todo de los dolores de la disciplina, pero nos dará la fuerza que necesitamos para resistir y la oportunidad para ser testimonio y voz profética en medio del caos.
¡Tenemos que arrepentirnos! El altar es profanado en esta nación y la ofrenda del Señor despreciada. Es verdad que millones y millones llenan los templos, pero es igualmente verdad que una gran parte de esos están sirviendo a Mamón, cultivando su vieja ganancia, buscando el brillo de la plata, con la diferencia que ahora «en nombre de Jesús». Y lo peor es que incluye una buena parte de la clase pastoral.
Tenemos que arrepentirnos de la hechicería, no sólo de la que se hace en los sitios de candomblé y en las encrucijadas, sino de la que se practica en los altares evangélicos. La superstición y sincretismo maligno llegan a ser absurdos, fomentados por una enorme legión de falsos maestros y falsos profetas que se multiplican como ratas. La venta de objetos y rituales con supuestos poderes milagrosos se mezcla comercio con cebo en la Casa de Dios. Hace poco asistí un video en el cual los pastores de una de las mayores denominaciones de Brasil bajaban a una mina de oro para buscar el “agua de la prosperidad”, para ser distribuida (o vendida) a los fieles que, ciertamente ávidos por la llamada de las riquezas mundanas, ni se preocuparán de juzgar el desvío teológico y de darse cuenta de la situación ridícula a la que son inducidos.
Un liderazgo “cristiano” que engaña a su pueblo con aguas de prosperidad, rosas sagradas y astillas de la cruz no es mejor que los hechiceros que hacen lo mismo en los sitios de candomblé. En realidad, es peor… ¿Y cuál es la diferencia entre un esotérico que confía en su “patuá” y un creyente que, en lugar de colocar su fe en Jesús, recibe un “amuleto gospel» de su pastor y lo cuelga en su casa, como fuente de protección? ¡Ninguna!
Tenemos que arrepentirnos de la idolatría, no sólo de la que se practica en las procesiones y templos consagrados a entidades muertas, supuestos “santos”, que tienen boca, pero no pueden hablar. Hay también idolatría a las personalidades humanas en las iglesias protestantes, como líderes y artistas elevados por el pueblo a la categoría de “semi-dioses”, superiores al bien y al mal, muchos con un testimonio tan sucio que no merecen siquiera la admiración en los antros de perdición del mundo.
¿Cómo dejaría Dios de visitar con juicio una nación que teniendo conocimiento del Evangelio, sigue exponiendo su inmoralidad a la vista de todos, en los carnavales y marchas gays actuales? Nuestros gobiernos erotizan a los niños en las escuelas públicas con materiales pornográficos y nuestras leyes dicen “bienvenido” al homosexualismo y toda forma de perversión sexual. ¿No estará ese mismo espíritu libre para a actuar también en las casas de las familias brasileñas y en muchos espacios de la mismísima iglesia? Pornografía, adulterio, pedofilia, prostitución y pederastia no manchan igualmente los altares? ¿Y qué decir de los pastores y personalidades “gospel” que viven ya en su segundo o tercero matrimonio, sin argumentos bíblicos que les apoyen para tal, o los que utilizan su hechizo travestido de «unción» para seducir a las ovejas a los mataderos de la inmoralidad?
No estoy hablando de una nación ignorante. El Evangelio fue presentado a Brasil. Muchos de los que ofenden la santidad de Dios están en la iglesia o pasaron por ella y decidieron volver a la pocilga del mundo. La gran mayoría por lo menos ya ha oído la Palabra o ha tenido la posibilidad de oírla y no quiso. Por lo tanto, no tenemos disculpas.
Si Jesús proclamó juicio sobre la ciudad donde vivía, diciendo: “Y tú, Cafarnaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida, porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy”, si lloró sobre Jerusalén, lamentando el hecho de que sus hijos serían entregados a la espada, por cuanto no conoció el tiempo de tu visitación (ver Lucas 19:41-44), ¿porqué seríamos librados, si desdeñamos la Verdad de ese modo, como nación?
Obviamente, en medio de todo eso hay un pueblo fiel, un remanente que teme al Señor y respeta su Palabra. Como en los días de Elías, mientras Israel era castigado con la sequía y el hambre, siete mil rodillas rehusaban doblarse delante de Baal, como en el cautiverio babilónico, Dios encontró a Daniel, Ananias, Mizael y Asarías, entre otros, que mantuvieron el honor del altar, hay muchos creyentes e iglesias que remando contracorriente permanecen en la Verdad. Esforcémonos para hacer parte de ese remanente, porque es de él que podremos brotar nuevamente a la misericordia.
Los próximos años no serán fáciles, usted está avisado. La vara de Dios sobre los lomos de Brasil ya ha empezado a arder e será pesada. No será un castigo cualquiera, pero será la disciplina de un Padre que desea tener esta nación de vuelta. Él es justo para hacerlo, no lo dude. Intente solamente ser un argumento para aplacar su ira, a permanecer como un testigo fiel en medio de la oscuridad, a llamar a las personas a Vivir el verdadero Evangelio y a interceder, como legítimo sacerdote, para que la justicia y la fe cristiana genuina puedan realmente volver a prosperar.
No me entienda mal, le pido. No soy un irresponsable, uniéndome a Satanás para acusar a la iglesia. Soy parte de ella. ¡Yo le amo! Siento vergüenza por sus pecados, porque son míos también. Quiero unirme al Espíritu y gemir por ella. Quiero ser un argumento para que la esperanza y a la fe verdadera, comprometida con la Palabra, no se apaguen de esta nación. Por lo contrario, que se multipliquen, hasta que podamos dar la vuelta a ese partido y ver al Señor retirando la vara de la punición.
¡Por favor, únase conmigo en esta busca! Los próximos años no van a ser fáciles para nosotros, pero hay un camino: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra” (II Crónicas 7:14). En el arrepentimiento y en la fidelidad está nuestra esperanza.

Pr. Márcio Valadão

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UMA NAÇÃO SOB JUÍZO…

marcio-valadao

UMA NAÇÃO SOB JUÍZO…

Nós estamos, claramente, passando por um tempo de juízo no Brasil. A derrocada da nossa economia, a violência crescente, as catástrofes naturais sem precedentes, as pragas manifestadas por epidemias e doenças que há pouco tempo nem se conhecia e tantas outras realidades que afetam tragicamente a vida dos brasileiros hoje, não são apenas uma infeliz coincidência. Deus está açoitando uma nação que não reconheceu o tempo da sua visitação e desprezou a graça que lhe tem sido oferecida.

Que o Espírito foi derramado sobre o Brasil, ninguém pode negar. Nas últimas décadas vimos muitas manifestações do seu agir, produzindo movimentos sobrenaturais e abrindo portas amplas à pregação do evangelho. Profetas e mais profetas se levantaram aqui e vieram de outras nações para soprar fôlego de vida sobre nossa nação. O que fizemos, porém, com tudo isso?

O Brasil dos quarenta milhões de evangélicos de hoje é mais podre e mais corrupto do que o de ontem, que tinha menos crentes. Estamos vendo as entranhas da nossa classe política e empresarial sendo expostas com sua vergonha pela Justiça, mas isso é só uma tênue amostra do que, de fato, é a ética e a moral do nosso povo. Sim, do nosso povo, pois a desonestidade indecente não é marca apenas dos políticos, mas de grande parte de nossa população, incluindo, pobres e ricos, cultos e indoutos, descrentes e… Evangélicos! Infelizmente, professar a fé em Jesus não denota mais o compromisso de andar como Ele andou.

Eu gostaria de dizer outra coisa, mas minha percepção profética não permite. Nossos próximos anos não serão fáceis. De uma forma geral, as coisas vão piorar. Não falo apenas de economia (pois para isso, não é necessário ser profeta), mas de tragédias que abalarão as estruturas da nossa nação. Guardem o que estou dizendo. Povos de outras línguas comerão o nosso pão e rirão do nosso luto. Falo em nome do Senhor!
Uma leitura de Jeremias 5 pode nos ajudar a enxergar o Brasil de hoje como Deus enxerga. Recebi esse texto de uma jovem, durante um tempo de oração, e entendi perfeitamente o recado de Deus. Sua vara fustigará os nossos lombos. Até quando? Até que sejamos quebrantados, como nação.

Historicamente, quando Deus envia juízo, Ele encontra um remanescente que o busque e que aplaque a sua ira. Que façamos parte disso! Permanecer fiéis não nos livrará completamente das dores da disciplina, mas nos dará a força que precisamos para resistir e a oportunidade para sermos testemunho e voz profética no meio do caos.

Temos que nos arrepender! O altar tem sido profanado nesta nação e a oferta do Senhor, desprezada. Se é verdade que milhões e milhões lotam os templos, é verdade também que uma grande parte aí está servindo a Mamon, cultivando sua velha ganância, buscando o brilho da prata, só que agora “em nome de Jesus”. Pior, isso inclui uma parte considerável da classe pastoral.

Temos que nos arrepender da feitiçaria, não somente daquela que é feita nos terreiros e encruzilhadas, mas da que é praticada nos altares evangélicos. Chega a ser absurda a superticiosidade e o sincretismo maligno fomentados por uma legião enorme de falsos mestres e falsos profetas, que se multiplicam como ratos. A venda de objetos e rituais com supostos poderes miraculosos mistura o comércio com o engodo na Casa de Deus. Outro dia, assisti um vídeo em que pastores de uma das maiores denominações do Brasil desciam a uma mina de ouro para buscar a “água da prosperidade”, para ser distribuída (ou vendida) aos fiéis que, certamente, ávidos pelo apelo das riquezas mundanas, nem se dariam ao trabalho de julgar o desvio teológico e de perceber o ridículo a que seriam induzidos.

Uma liderança “cristã” que ilude seu povo com águas da prosperidade, rosas sagradas e lascas da cruz não é melhor que os pais de santo, que fazem o mesmo em seus terreiros. Na verdade, é pior… E que diferença há entre um esotérico que confia no seu patuá e um crente que, ao invés de colocar sua fé em Jesus, recebe um “amuleto gospel” do seu pastor e o pendura em casa, como fonte de proteção? Nenhuma!

Temos que nos arrepender da idolatria, não só da que se pratica em procissões e templos consagrados a entidades mortas, supostos “santos”, que têm boca, mas não podem falar. Há também idolatria às personalidades humanas nas igrejas protestantes, com líderes e artistas sendo alçados pelo povo à categoria de “semi-deuses”, acima do bem e do mal, muitos deles com um testemunho tão sujo que não mereceriam admiração nem nos antros do mundo.

Como Deus não visitaria com juízo uma nação que, tendo sido apresentada ao evangelho, segue expondo sua imoralidade a céu aberto, nos carnavais e marchas gays da vida? Nossos governos erotizam crianças em escolas públicas, com materiais pornográficos e nossas leis dizem “bem-vindo” ao homossexualismo e toda forma de perversão sexual. Mas será que esse espírito não está livre para atuar também nas casas das famílias brasileiras e em muitos espaços da própria igreja? Pornografia, adultério, pedofilia, prostituição e pederastia não mancham também os altares? O que dizer dos pastores e personalidades “gospel” que estão no segundo ou terceiro casamento, sem argumentos bíblicos que lhes desse tal direito; ou dos que usam o seu feitiço travestido de “unção” para seduzir ovelhas aos matadouros da imoralidade?

Não estou falando de uma nação ignorante. O evangelho foi apresentado ao Brasil. Muitos dos que afrontam a santidade de Deus, ou estão na igreja, ou passaram por ela e decidiram voltar ao chiqueiro do mundo. A maioria absoluta já, ao menos, ouviu a Palavra ou teve oportunidade de fazê-lo e não quis. Portanto, somos indesculpáveis.

Se Jesus proclamou juízo sobre a cidade onde viveu, dizendo: “Tu, Cafarnaum, elevar-te-ás, porventura, até ao céu? Descerás até ao inferno; porque, se em Sodoma se tivessem operado os milagres que em ti se fizeram, teria ela permanecido até ao dia de hoje”; se Ele chorou sobre Jerusalém, lamentando o fato de que seus filhos seriam entregues à espada, já que ela não reconheceu o tempo da sua visitação (conf. Lucas 19:41-44), porque seríamos nós poupados, tendo desdenhado tanto da Verdade, como nação?

Obviamente, no meio de tudo isso há um povo fiel, um remanescente que teme ao Senhor e respeita a sua Palavra. Como nos dias de Elias, enquanto Israel era fustigado com a seca e a fome, sete mil joelhos recusavam curvar-se diante de Baal; como no cativeiro babilônico Deus encontrou Daniel, Ananias, Mizael e Azarias, entre outros, para manter a honra do altar, há muitos crentes e igrejas hoje que, remando contra a maré, permanecem na Verdade. Que nos esforcemos para fazer parte desse remanescente, pois é dele que pode brotar de novo a misericórdia.

Os próximos anos não serão fáceis, fique você avisado disso. A vara de Deus sobre os lombos do Brasil já começou a arder e será pesada. Não é mero castigo, mas a disciplina de um Pai que quer essa nação de volta. Ele é justo em fazê-lo, não questione. Apenas disponha-se a ser um argumento que aplaque a sua ira, a permanecer como uma testemunha fiel no meio das trevas, a chamar pessoas para viverem o verdadeiro evangelho e a interceder, como legítimo sacerdote, para que a justiça e a genuína fé cristã possam, de fato, voltar a prosperar.

Não me entenda mal, eu lhe peço. Eu não sou um irresponsável, unindo-me a Satanás para acusar a igreja. Sou parte dela. Eu a amo! Sinto vergonha dos seus pecados, porque eles são meus também. Quero me unir ao Espírito e gemer por ela. Quero ser um argumento para que a esperança e a fé verdadeira, comprometida com a Palavra, não se apaguem de vez nesta nação. Ao contrário, que se multipliquem, até que possamos virar esse jogo e ver o Senhor recolhendo a vara da punição.

Por favor, junte-se a mim nesta busca! Os próximos anos não serão fáceis para nós, mas há um caminho: “Se o meu povo, que por mim se chama, se humilhar, e orar, e buscar a minha face, e se converter dos seus maus caminhos, então Eu o ouvirei do céu, perdoarei os seus pecados e sanarei a sua terra (II Crônicas 7:14). No arrependimento e na fidelidade está a nossa esperança.

Pr. Márcio Valadão

AS PROMESSAS DO SENHOR

Arlete

 

AS PROMESSAS DO SENHOR
Estava pensando: Que coisa boa termos na memória, as promessas do Senhor!
Houve um tempo, em que eu não entendia as promessas de Deus!
Lia na Palavra, mas não as compreendia!
Cria que era tudo para os tempos passados!
Mas, um dia o Espírito Santo abriu meus olhos e vi que tudo o que Ele promete é eterno, como Ele é eterno!
Depois disso, minha vida mudou e muito!!!!
Vivo «firme nas promessas do Senhor», hino que cantávamos e sequer entendíamos o que queria dizer!
As promessas do Senhor são Sim e Amém!!!!
«Se Ele prometeu, é certo que o fará»!
Alegra-te com elas neste dia, e viva delas!
Não! Ele não tarda em cumpri-las, nós é que tardamos em crer!
Creia e receba o que Ele preparou para você, para nós, neste dia!
Com amor, Tia Arlete!

Pra. Arlete Batista Ferreira

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plaga

LA IMPORTANCIA DE SER AGRADECIDO

Que importante es dar gracias. Desde nuestra mesa de desayuno, pasando por nuestra oficina hasta al bus que tomamos a casa todas las noches, estaríamos sorprendidos de ver cuánta bondad hay a nuestro alrededor. Nos admiraríamos aún más de ver cómo lo ignoramos por completo y damos las cosas por hecho.

En la porción Bíblica de esta semana (Parashat Va’era «Y aparecí», Éxodo 6: 2-9: 35). Dios nos enseña una magnífica lección de la expresión «hatov hakarat,» ser agradecido y apreciar lo que se ha hecho por ti.

Dios envía a Moisés y Aarón para liberar a los israelitas de la esclavitud egipcia, advirtiendo a Faraón que él traerá la plaga de sangre. Sin embargo, en un giro inesperado, Dios no le dice a Moisés para llevar a cabo la plaga, sino más bien a su hermano Aarón.

Esto parece bastante extraño teniendo en cuenta que la debilidad de Moisés no está el actuar, más bien él es tartamudo, «torpe de palabra». Y según está escrito en Éxodo 7: 1, «tu hermano Aarón será tu profeta», en otras palabras, él será tu intérprete, será el que habla en tu nombre. Así que ¿por qué mandó Dios que Aarón llevar específicamente la primera plaga, así como las dos próximas plagas de ranas y piojos?

El rabino Shlomo Yitzhaki, comentarista clásico del siglo 11, lo explica a través de un midrash: «Debido a que el río había protegido a Moisés cuando fue arrojado en él, por lo tanto, no fue herido por su parte, ni en la plaga de la sangre ni en la plaga de ranas, pero sí fue herido por las manos de Aarón”.

¿Y por qué Moisés no ha provocado la plaga de piojos?

Por la misma razón, dice Yitzhaki. «Esta plaga no fue iniciada por Moisés porque el suelo no merecía ser golpeado por Moisés porque lo protegió cuando mató al egipcio y lo escondió en la arena. Por lo tanto, fue herido por Aaron”.

Ser agradecido es un atributo tan importante que sólo aquellos cuyos ojos están abiertos para ver todo lo que es bueno en el mundo y todo lo bueno que Dios les ha dado, pueden verdaderamente apreciar lo bendecidos que realmente son. Esta es la lección que Dios nos da de las tres primeras plagas. Es de la extrema importancia ser agradecido a todo y a todos, incluso a los objetos inanimados.

Una vez, un gran erudito me dijo que él fue bendecido por el hecho de tener muchos problemas para recordar. No importa cuán sencilla fuera la información, incluso si era un nombre o tan sólo algunos dígitos, o incluso experiencias o hitos significativos, él los habría olvidado poco después. Así que, donde quiera que fuera, se llevaba con él un pequeño cuaderno de notas y anotaría toda la información que necesitaba recordar, y la leía para acordarse todos los días.

He comprendido su problema y a él me mismo, pero le pregunté cómo pensaba que esto era en realidad una bendición. Tener que ir apuntando todo lo que le pasaba para que pudiera recordarse, eso me pareció como una carga insoportable.

Él me corrigió – que no escribía todo lo que le pasaba. Sólo escribía la información que necesitaba recordar. Todo lo bueno en la vida, todas las bendiciones, todas las lecciones de la vida, de esto escribía. Y valoraba críticamente todas sus experiencias, de modo que incluso de los llamados «malos», encontraba algo bueno para escribir. Todo lo que llenaba su memoria eran las cosas buenas que le pasaban y lo malo quedaba completamente fuera. Y así para él era una bendición.

De: Benjamín Glatt

Publicado en: Jerusalén Post – Israel

REFERENCIAS BÍBLICAS

Moisés en el Nilo: Éxodo 2:10

Moisés hue de Egipto: Éxodo 2:11-22

Plaga de la sangre, Éxodo 7:14-25

Plaga de las ranas: Éxodo 8:1-15

Plaga de los piojos: Éxodo 8:16-19

Diego Acosta