Generalmente cuando hablamos de los grandes hombres del pasado, lo hacemos con grandilocuencia, como si los adjetivos los hicieran mayores de lo que realmente fueron.
Sabiendo esto, he pensado lo estrecha que es la mente de los hombres, cuando estamos envanecidos con nuestra propia importancia.
Un día pensamos que somos grandes, importantes y al otro desaparecemos y no nos podemos llevar nada de todo aquello de lo que nos vanagloriamos.
Nada!
Ni siquiera las lisonjas que suelen acompañar a los hombres importantes cuando se los despide en imponentes funerales.
Quedan recuerdos difusos que con el paso del tiempo, se van perdiendo en las tinieblas de la memoria de la sociedad.
Uno de esos notables es Ciro II, llamado el Grande que fue el rey persa que conquistó Babilonia, razón que explica que permitiera a los judíos retornar a Israel, luego de su cautividad.
Por qué mencionamos a Ciro II?
Por la única razón de citar a un grande del pasado, que terminó admitiendo que había un ser superior a su propio poder.
Este monarca persa lo entendió y lo admitió, reconociendo que el Dios de los judíos, que el Dios de Daniel, era Todopoderoso!
Así podemos comprender que a Ciro II, lo llamamos el Grande, porque así lo denominan los textos históricos que leemos, olvidando que la Biblia lo menciona por la liberación de los judíos.
Aprendamos la lección, acerca de qué es lo Verdadero y Quién es el único Dios!
2 Crônicas 36:22-23Pérsia,
Porém, no primeiro ano de Ciro, rei da Pérsia (para que se cumprisse a palavra do Senhor, pela boca de Jeremias), despertou o Senhor o espírito de Ciro, rei da Pérsia, o qual fez passar pregão por todo o seu reino, como também por escrito, dizendo:
Assim diz Ciro, rei da Pérsia: O Senhor, Deus dos céus, me deu todos os reinos da terra e me encarregou de lhe edificar uma casa em Jerusalém, que está em Judá; quem, dentre vós é de todo o seu povo, que suba, e o Senhor, seu Deus, seja com ele.
2 Crónicas 36:22-23
Mas al primer año de Ciro rey de los persas, para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, Jehová despertó el espíritu de Ciro rey de los persas, el cual hizo pregonar de palabra y también por escrito, por todo su reino, diciendo:
Así dice Ciro, rey de los persas: Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra; y él me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien haya entre vosotros de todo su pueblo, sea Jehová su Dios con él, y suba.
Diego Acosta / Neide ferreira