DEVOCIONAL
Generalmente quienes se oponen al Eterno, le adjudican todos los males del mundo. El hambre, el dolor, las muertes brutales, las pestes y también los fenómenos naturales.
Esta lista de cuestiones que afectan a nuestra especie y a la propia Tierra, puede ser ampliada hasta límites insospechados.
Pocos son los que se detienen a pensar sobre esto. Por qué?
Creo que forma parte de nuestra naturaleza elegir siempre un culpable y si ese culpable no se puede defender de forma ostensible, la splución es perfecta.
Así como fue Adán y Eva fueron descargando su responsabilidad por haber pecado en el propio Dios. Tal vez por eso repetimos que el Creador es el culpable de nuestros males.
Olvidando que los pecados del mundo provocaron el Diluvio, porque el Altísimo nunca consentirá las malas obras, pero si tendrá Amor y Misericordia, el día que nos arrepintamos.
Jeremías 29:11
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,
pensamientos de paz, y no de mal,
para daros el fin que esperáis.
Jeremias 29:11
Porque eu bem sei os pensamentos que penso de vós, diz o Senhor;
pensamentos de paz e não de mal,
para vos dar o fim que esperais
Diego Acosta / Neide Ferreira