GRANDEZA

Los cambios de estaciones resultan en algunos casos muy apacibles, pero en otros son más drásticos, porque las temperaturas suelen cambiar desde la caída de nieve hasta la brusca aparición de la primavera.

Cuando los largos días sin sol comienzan a abrirse se produce un estallido de vida en todos los órdenes, incluso entre las personas. Pero lo más impactante resultan las flores y los pájaros.

Para muchos meros adornos de la naturaleza, sutilezas que escapan al criterio de ser creaútiles o inútiles y por tanto quedan fuera de toda valoración.

Sin embargo los que sabemos que fuimos creados entendemos que tanto la belleza efímera de las flores como el canto maravilloso de los pajaritos son un delicado presente.

Un presente para qué, nos podríamos preguntar? Simplemente para que entendamos que en la Grandeza de la Creación hay lugar para la belleza y para el disfrute.

Nada de lo que es efímero carece de valor porque para el Eterno si lo tuvo cuando lo Creó, por tanto no nos corresponde a los hombres juzgar lo creado, sino todo lo contrario, disfrutarlo.

No seamos mezquinos con nosotros mismos y aprendamos la maravillosa lección que nos enseña el Señor con lo Creado, para que comprendamos que todo tiene valor espiritual. Aún lo más pequeño y lo más efímero.

Salmos 104:1
Diego Acosta García

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