HEME AQUÍ

Estas palabras las hemos leído tantas veces que forman parte de esa riqueza que la memoria selectiva que todos tenemos, atesora de una manera muy especial.

Siempre creímos que esta frase solamente la podían pronunciar los grandes hombres y Servingmujeres de la Biblia, que nunca tendríamos oportunidad de usarlas.

Sin embargo por la Gracia hace poco tuvimos oportunidad y necesidad de emplearlas para colocarnos delante del Señor, para testimoniar nuestro compromiso con una revelación.

Fue un momento grandioso y a la vez tan sencillo que si estamos un poco distraídos pudo haber pasado sin ser advertido, como tal vez nos haya ocurrido en alguna otra oportunidad.

Hemos comprendido cabalmente lo que significa haber recibido una revelación sin ninguna clase de detalles, pero que nos abre la perspectiva de lo que puede suceder.

Es entonces cuando en medio de la sorpresa que debemos reaccionar no para sentirnos más importantes, sino para sentirnos que verdaderamente comenzamos a servir al Señor y a nuestros semejantes.

No cabe ninguna duda que ese momento es en el que debemos renovar nuestro Pacto con el Eterno, para decir con nuestra boca lo que Él ya vio en nuestro corazón.

Heme aquí es una grandiosa oportunidad de ser humildes, sin creernos que por haber recibido esta Gracia del servicio, pasaremos a ser más importantes o que alguien siquiera lo pueda advertir.

1 Samuel 3:4
Diego Acosta García

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