PRÓLOGO
Tratándose como se trata, la Biblia, un Libro único en la historia de la humanidad, resulta comprensible que su contenido sea excepcional. Están incluidos en ellos, cuatro Textos que a su vez son únicos por su contenido y también por su formato.
Los Evangelios son tan especiales, que la literatura mundial, solo tiene sus registros, sin antecedentes ni publicaciones semejantes. Pero si esto resulta notable, lo más relevante es que han contado a la posteridad el hecho más relevante desde la Creación: El nacimiento, la vida, la muerte y Resurrección de Dios Hijo, hecho carne, para la Salvación de los hombres. Mateo 1:21-22
21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:
23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.
Específicamente el Evangelio de Mateo, tiene también sus singularidades y serán el motivo de este trabajo que humildemente proponemos como una ayuda a la comprensión de Jesús, el Hijo del Hombre.
Mateo era judío, escribió sobre un judío único como fue Jesús para que todos los judíos pudieran entender que Él era el Mesías profetizado en los Textos que componen el Antiguo Pacto, Isaías 7:14
14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
De allí su importancia y por esa razón, resulta de gran importancia profundizar el Evangelio de Mateo, porque nos permitirá conocer a quienes fueron sus antepasados y contemporáneos. Conocer un poco más a los judíos.
A Mateo, los otros tres autores de los Evangelios lo identifican como Leví, pero no existe la menor duda que se trata de una misma persona, que tuvo como trabajo el de servir como recaudador a los romanos, cuyo imperio dominaba la provincia de Palestina. Su trabajo era por tanto despreciado por los judíos y recibía el nombre de publicano, de marcado tono peyorativo. Lucas 3:18
18 a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el cananista.
Se especula que originalmente Mateo haya escrito su Evangelio inspirado en arameo, que era el idioma que habló Jesús en su tiempo terrenal. Posteriormente habría sido traducido al griego, que era el otro idioma que hablaban los judíos de la época.
Sea como sea, todos estos elementos explican que Mateo se dirigió a los judíos, de allí las continuas referencias al contenido del Antiguo Pacto y también a las alusiones de costumbres y modos de vida, que solo podían comprender quienes eran descendientes de Abram, Abraham.
Diego Acosta