BLOG del TIEMPO
En el Día del Trabajo es natural que se hable de las justas reinvindicaciones, de quienes se ganan el sustento con el esfuerzo de todos los días.
Desde todos los sectores políticos, se reclama justicia para los trabajadores. Pero casi nunca se habla de la preocupación del Dios Todopoderoso por los hombres y mujeres que trabajan.
Mencionaremos algunas referencias concretas que nos deben hacer reflexionar, acerca de esta cuestión tan importante:
Levítico 19:13
No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana.
Jeremías 22:13
!!Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo!
Malaquías 3:5
Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.
Juan 4:36
Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega.
1 Timoteo 5:18
Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario.
En el Día del Trabajo, pensemos en lo que el Eterno ha mandado a través de sus profetas y hombres de fe, para cuidar al que vive de su salario.
Diego Acosta