Un viejo y añorado maestro hablaba a propósito de la importancia de aprender, todos los días, un poco más sobre la Biblia.
Siempre fue un hombre directo, sin caer en el ejercicio de dejar sugeridos argumentos, que podían dar lugar a interpretaciones equivocadas.
Con ese estilo, una tarde inolvidable nos sorprendió con una afirmación. Se refirió a la humildad y a la importancia que tiene en la vida de los creyentes.
Pero dijo algo más: La humildad es un obstáculo casi insuperable cuando no está en el corazón de quién recibe la enseñanza.
Y agregó: Pero también la humildad es un obstáculo casi insalvable, cuando no está en el corazón de quien imparte la enseñanza.
Tanto en un caso como en el otro, la importancia de la humildad es tan grande, que la mayoría de las veces grandes maestros y aventajados alumnos, no llegan a la profundidad de la Palabra de Dios, por su falta de humildad.
Desde entonces, me aplico la enseñanza y oro para no ser vanidoso al enseñar y orgulloso cuando me enseñan.
Santiago 4:10
Humillaos delante del Señor,
y ÉL os exaltará.
Tiago 4:10
Humilhai-vos perante o Senhor,
e Ele vos exaltará.
Diego Acosta / Neide Ferreira