DEVOCIONAL
Desde siempre el hombre se ha visto enfrentado a tomar decisiones, que luego tienen una trascendencia definitiva, no solo para sus vidas, sino también para las del resto de personas.
El ejemplo más grande lo tenemos en nuestros padres Adán y Eva, que decidieron prestar oídos al enemigo simbolizado por la serpiente.
Lo asombroso es que seguimos repitiendo las decisiones equivocadas, porque no somos capaces de romper con nuestra humana condición que nos convence de que todo lo podemos, nada más que porque somos personas.
Un argumento tan siniestro, como el del diablo cuando engañó a nuestros padres, que no advirtieron que se les ofrecía lo que ya tenían, porque Dios se los había concedido.
Este ejemplo contrasta dramáticamente con otras decisiones que tomaron otros hombres, cuando comprendieron que la Única opción posible, es la de ser fieles a Dios.
Josué 24:15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.
Diego Acosta / Neide Ferreira