Los discípulos pidieron señales al Hijo del Hombre!
Estoy convencido de que todos nosotros, también deseamos y esperamos que el Señor nos conceda señales para nuestra vida.
Puede que sea un reconocimiento, aún sin saberlo, de la debilidad y de la pequeñez que nos caracteriza a los humanos.
En mi caso lo reconozco sobradamente, porque todo lo que hago y los frutos que consigo, son producto única y exclusivamente de la Gracia del Soberano.
Alguna vez pensé que los discípulos habían sido muy osados en su pedido de señales, pero la respuesta de Jesús fue generosa y misericordiosa.
Estando a su lado, era preciso pedirle señales?
Acaso no las estaban recibiendo en cada enseñanza?
Acaso no estaban viviendo el tiempo más asombroso de la historia humana?
Todas estas preguntas llevan a la misma respuesta, como ocurre conmigo cuando pienso en que necesito señales para seguir avanzando cada día.
Es decir: No me bastan los pequeños milagros cotidianos que percibo en cada momento de mi existencia, sino que además soy capaz de reclamar más pruebas del Poder de Dios sobre mi vida.
En el fondo se trata de una declaración de torpeza y de falta de agradecimiento por todo lo que he recibido y por todo lo que recibiré.
Reclamar señales creo que ha sido y será una falta de Confianza en el Único en el que podemos confiar!
No permitamos que el ruidoso fragor de nuestra ansiedad nos impida escuchar la Palabra del Señor y que la frivolidad nos impida reconocer sus mensajes.
Demos gracias por existir y por el cuidado que Él tiene de nuestra existencia!
Mateo 24:30
Então, aparecerá no céu o sinal do Filho do Homem; e todas as tribos da terra se lamentarão e verão o Filho do Homem vindo sobre as nuvens do céu, com poder e grande glória.
Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Diego Acosta / Neide Ferreira