ANTIVIRUS
Frívolamente el mundo recuerda que para el hemisferio norte comienza el otoño y que para el sur, la primavera.
Nadie recuerda que esta certeza que tenemos los humanos, deriva de la promesa que Dios hizo a Noé tras el diluvio.
Dijo Jehová: No volveré a maldecir la tierra a causa del hombre y estableció las estaciones, definiendo las más extremas, el frío y el calor, según podemos leer en el Octavo Capítulo del Libro de Génesis.
Es trascendente que recordemos, aunque se trate de cuestiones aparentemente sin importancia, que todo lo que vemos y lo que desconocemos es Obra del Eterno.
Diego Acosta
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