PRUDENCIA

Pertenezco al grupo de personas que muy fácilmente puede volcarse a ayudar, en cualquier circunstancia y en cualquier lugar.

Esto tiene su parte buena, como es obvio, pero también tiene una parte que debe ser considerada con la máxima atención.

Y se trata de la prudencia que debemos de tener cuando tratamos de ayudar a alguna persona, que se encuentra en una situación manifiestamente difícil.

Y por qué debemos ser cautos?

Por la gran razón, de que tal vez sin desearlo, estamos ocupando el lugar de Dios. Es decir, pretendemos obrar donde el Eterno ya está obrando.

Puede que la persona a la que estoy tratando de ayudar, esté siendo objeto de la atención del Altísimo y yo estoy modificando sus planes.

Así es como interferimos en aquello que es lo mejor para cada vida. Por supuesto que no siempre es así, pero ante situaciones que se presentan muy complicadas y que se prolongan en el tiempo, pensemos que Dios está obrando.

Puede que ÉL esté tratando de lograr un resultado, que nosotros ignoramos, pero que serÁ lo mejor para la vida de quienes pretendemos ayudar.

Obremos con prudencia!

Proverbios 2:2

Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;

Si inclinares tu corazón a la prudencia.

Provérbios 2:2

Para fazeres atento à sabedoria o teu ouvido,

e para inclinares o teu coração ao entendimento.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com