QUIETUD


Estábamos pensando que para nuestro gusto, era toda una contrariedad que en la ciudad donde vivìamos no hubiera nevado desde el comienzo del invierno. Eso era motivo de queja…

Nosotros mismos pensamos luego que tal vez en lugar de ser motivo de queja, deberíamos agradecer al Señor por mostrarnos un fenómeno que hacía años que no se producía.

Muchos antiguos pobladores de la ciudad, llevaban bastante tiempo sin verla sin nieve como está ocurriendo en estos días. Y nosotros en pocos años, tuvimos oportunidad de tener un invierno sin nieve.

En el acto nos vino a la mente la cuestión de conformarse. Y pensamos: Nos estamos conformando? No, estamos aceptando una situación que nos hubiera gustado que sea diferente.

Pero entendemos que por las circunstancias que el Señor ha querido que sean, este año en la ciudad no ha nevado, como ha ocurrido en inviernos anteriores.

Vino a nuestra memoria ese tiempo en el que pareciera que no pasa absolutamente nada. No hablamos de rutina, hablamos de la sucesión de días en los que parece que el tiempo se ha detenido.

Entonces nos revolvemos contra esa quietud, en lugar de tener una actitud de agradecimiento de poder tener un tiempo diferente, en medio de la vorágine en la que vivimos.

Demos gracias al Señor por todo. Por lo que nos gusta o nos disgusta, por lo que entendemos y por lo que no entendemos!

Romanos 14:5-6
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

Foto: Federico Acosta – http://efedeaphotos.wordpress.com/

www.septimomilenio.com

Deja una respuesta