REEDIFICAR

nehemias
Cuando obramos con entereza para recomponer nuestra vida, debemos de tener en cuenta, que siempre habrá quienes nos hostiguen, nos amenacen y también quienes se burlen de nuestro intento.

Esto es exactamente lo que ocurrió cuando Nehemías animó a los judíos a restaurar las puertas de Jerusalén que habían sido arrasadas por el fuego.

Ocurrió lo mismo cuando decidieron levantar las murallas de la Ciudad Santa, que también habían sido destruidas. Siempre hubo burlas y ataques contra quienes trabajan.

El resultado final fue que Jerusalén recuperó su condición de Ciudad consagrada al Todpoderoso de Israel y también su pueblo aprendió una gran lección.

Este ejemplo nos debe animar en la hora de nuestra batalla personal. Nos debe impulsar para superar lo dañado, no solo nuestra propia situación sino también las malas intenciones de quienes nos rodean.

Pareciera que nada hay más desencadenante de juicios y murmuraciones, que advertir que una persona está buscando reedificar su vida y su relación con Dios.

Las puertas y los muros de Jerusalén fueron restaurados porque hubo hombres con convicción que no se arredraron ni por las burlas y por las amenazas.

Hagamos de cuenta que nuestra muralla esta caída y la debemos levantar, no con nuestras fuerzas sino con la bendición del Eterno.

Si lo hacemos de esta manera, nada ni nadie nos detendrá!

Muchas veces he pensado en esto y también me he admirado, de cómo con los ojos elevados hacia el Trono de la Gloria, pude ser capaz de entender que el Único que puede y debe obrar en mi vida es el Creador.

No importa la magnitud de la obra. Importa contar con la bendición del Señor!

Nehemías 2:19

Diego Acosta / Neide Ferreira

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