SÉPTIMO MILENIO: DOS ANIVERSARIOS Y UN LLAMADO A LA CONCIENCIA

En dos ciudades europeas este fin de semana se recuerdan dos trágicos momentos de la historia reciente, que animan a reflexionar sobre la crueldad humana.
Destacamos la crueldad humana porque uno de los acontecimientos está protagonizado por fuerzas de la extrema derecha y el otro por el símbolo de la fuerza de la extrema izquierda.
Una trágica evocación que obliga a que la memoria colectiva de los pueblos se dirija hacia los principios de amor y misericordia que dejó como mandamientos Jesús.
En la capital de Polonia se recuerdan a los 260 mil judíos víctimas de la brutal represión de las fuerzas especiales nazis en el  tristemente célebre Gueto de Varsovia.
Una exposición de los dibujos de quienes eran niños en aquellos dramáticos momentos, servirá para no olvidar a las víctimas del odio racial y del odio político.
Esta es la primera vez que se recuerdan en Varsovia a los muertos en el gueto, que ya forma parte de la historia de humana, como uno de sus más crueles episodios.
Como una grandiosa enseñanza para las futuras generaciones, en este mismo día en que se recuerda el 70 aniversario de las víctimas judías en Varsovia, se evoca en Berlín a otra víctima, ahora del comunismo.
Un joven de 18 años que pretendía superar el muro que dividía Berlín, fue abatido por las balas de los soldados de la entonces República Democrática Alemana. Su muerte causó una gran conmoción.
El joven se llamaba Peter Fechter y fue el primero de los 79 muertos que provocaron los comunistas, al impedir que buscaran la libertad que se les negaba en la Berlín ocupada.
El asesinato del joven Fechter no impidió que casi 200 personas perdieran la vida o fueran heridos por los disparos de los soldados comunistas. Caído el muro, recuperada la libertad, bueno es recordar a quienes se inmolaron por vivir en libertad.  Una trágica evocación que obliga a que la memoria colectiva de los pueblos se dirija hacia los principios de amor y misericordia que dejó como mandamientos Jesús.

Fuentes: AFP – Francia / Berlín Morgenpost – Alemania
Diego Acosta García

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