SÉPTIMO MILENIO: RECUPERAR EL ESPÍRITU

En estos tiempos hemos cambiado tanto el sentido de las cosas que hemos perdido  lo esencial y nos hemos  quedado con lo que bien podría llamarse la espuma de todo.
Es así que la Navidad, aún cuando tenga una fecha  tiempo determinada por hombres, es el tiempo en el que conmemoramos el nacimiento de nuestro Salvador.
Pero con los mal intencionados cambios, dejamos de lado tan grandioso acontecimiento y nos centramos en personajes simpáticos pero ajenos al verdadero significado de la Navidad.
Con los vientos progresistas también vamos dejando de lado la mención al nacimiento del Señor y hemos transformado el saludo de este día por el de felices fiestas.
Finalmente hemos convertido lo que debería ser un día de recogimiento y de  celebración espiritual, en una auténtica fiesta pagana, tanto que incluimos costumbres como los regalos, que son propias de otras culturas.
Es tiempo de que recuperemos el verdadero espíritu de la Navidad, para recordar que estamos conmemorando el más grande acontecimiento de la historia de la humanidad: el Nacimiento de su Salvador, de nuestro Salvador.

Diego Acosta García

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