En cumplimiento de la promesa de Jehová, tenemos la certeza de que todos los días de nuestra vida, su Misericordia se renovará sobre nosotros.
Todos los días!
Hasta el fin!
Esta maravillosa promesa del Eterno, nos debería alentar para corresponder con nuestros hechos, el Pacto que hemos hecho.
Para algunos es una realidad.
Para otros no.
Incluso hay quienes no solo no aceptan la Misericordia del Todopoderoso, sino que rechazan hasta su propia existencia.
Sin embargo, la Misericordia se mantiene inmutable sobre nuestras vidas, solo que como no la aceptamos no la recibimos.
Esa es la gran cuestión que debemos resolver. O aceptamos la Misericordia del Altísimo o la rechazamos con soberbia y prepotencia.
Las consecuencias de una u otra decisión, son exclusivamente nuestras. Como la Misericordia que todos los días derrama el Señor!
Oseias 4:1
Ouvi a palavra do Senhor, vós, filhos de Israel,
porque o Senhor tem uma contenda com os habitantes da terra,
porque não há verdade, nem benignidade, nem conhecimento de Deus
na terra.
Oseas 4:1
Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel,
porque Jehová contiende con los moradores de la tierra;
porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la
tierra.
Diego Acosta / Neide Ferreira