JESÚS Y MATEO – 17

 

Comienza el proceso que habría de desencadenar la tragedia ordenada por Herodes por el Nacimiento de Jesús.

En otra de las pocas apariciones de los ángeles celestiales, un Ángel del Señor habló en sueños a José, dándole instrucciones acerca de lo que debía hacer.

Mateo 2:13 Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.

Dios otorga la responsabilidad de la familia a José, al ordenarle lo que debía hacer con el Niño y su madre. Con toda precisión le indica que debe regresar a Egipto, de donde salieron sus antepasados hacía más de mil años.

Así fue como José dio cuenta del Mandato recibido y marchó a Egipto.

Se cumplía así lo profetizado por Oseas, según se registra en su LIbro, 11:1: Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.

La permanencia en las tierras de Faraón habría sido muy breve, de algunas semanas, por cuanto la muerte de Herodes se produjo al poco tiempo de haber llegado. Reiterando la cuestión de los errores del calendario, la muerte de Herodes se habría producido alrededor del 4 a.C.

Herodes enfurecido mandó a matar a todos los niños menores de dos años, por cuanto consideró que el viaje de los sabios desde Oriente, se habría iniciado cuando vieron la estrella. Es decir, dos años antes de que llegaran a Jerusalén. La muerte de los menores comprendió a todos los que habían nacido en Belén sus alrededores.

Se cumplió así lo profetizado por Jeremías en 31:15, que habla del lamento de Israel durante la cautividad en Babilonia, en el año a.C 586. La versión del texto de Mateo, difiere solo en sus primeras palabras.

Voz fue oída en Ramá, llanto y lloro amargo; Raquel que lamenta por sus hijos, y no quiso ser consolada acerca de sus hijos, porque perecieron.

El texto está encabezado en el original de Jeremías por la frase: Así ha dicho Jehová.

Herodes sería responsable de la cruel matanza de inocentes.

Diego Acosta

www.septimomilenio.com

EXTRAVÍO

 

Jesús no nos engañó acerca de cómo sería de difícil nuestra vida de creyentes.

Pensando en esto, me encuentro tratando de encontrar una forma adecuada de obrar, con una persona que es evidente que se encuentra en estado de extravío.

Resulta muy difícil ver a alguien en esta situación, mucho más cuando pertenece a nuestros afectos.

Lo cierto es que lo más importante que puedo hacer es orar para que el Eterno derrame su Luz sobre su vida, para que reconsidere lo que está fuera de sus Propósitos.

También necesito la Guía del Espíritu Santo, para encontrar el momento propicio y las palabras adecuadas, para aportar pensamientos de Sabiduría y no de juicio y mucho menos de condena.

Quién sin saberlo, como creo que es este caso que me preocupa, se aparta del verdadero Camino, debe retornar convencido de que está haciendo lo mejor.

No podemos eludir nuestras responsabilidades, pero tampoco podemos obrar apresuradamente o bajo los efectos de los sentimientos. Por bien inspirados que sean.

Oseas 14:9

¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa?

Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por

ellos;

mas los rebeldes caerán en ellos.

Oseias 14:9

Quem é sábio, para que entenda estas coisas?

Prudente, para que as saiba?

Porque os caminhos do Senhor são retos, e os justos andarão neles,

 mas os transgressores neles cairão.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

SIEMPRE HABRÁ

En cumplimiento de la promesa de Jehová, tenemos la certeza de que todos los días de nuestra vida, su Misericordia se renovará sobre nosotros.

Todos los días!

Hasta el fin!

Esta maravillosa promesa del Eterno, nos debería alentar para corresponder con nuestros hechos, el Pacto que hemos hecho.

Para algunos es una realidad.

Para otros no.

Incluso hay quienes no solo no aceptan la Misericordia del Todopoderoso, sino que rechazan hasta su propia existencia.

Sin embargo, la Misericordia se mantiene inmutable sobre nuestras vidas, solo que como no la aceptamos no la recibimos.

Esa es la gran cuestión que debemos resolver. O aceptamos la Misericordia del Altísimo o la rechazamos con soberbia y prepotencia.

Las consecuencias de una u otra decisión, son exclusivamente nuestras. Como la Misericordia que todos los días derrama el Señor!

Oseias 4:1

Ouvi a palavra do Senhor, vós, filhos de Israel,

porque o Senhor tem uma contenda com os habitantes da terra,

porque não há verdade, nem benignidade, nem conhecimento de Deus

na terra.

Oseas 4:1

Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel,

porque Jehová contiende con los moradores de la tierra;

porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la

tierra.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

QUIÉN MUERE…?

La natural tendencia a disfrutar de lo bueno y evitar aquello que no nos gusta, nos aparta de las grandes verdades que se atesoran en la Biblia.

Es completamente natural que esto ocurra, pero no es propio de nuestra condición de hijos de Dios que perseveremos en este tipo de actitudes.

Recuerdo que un maestro enseñaba que muchas veces por evitar lo malo, lo que estamos haciendo es descuidarnos y permitir que las brechas se abran para que el enemigo las aproveche.

Una de esas grandes brechas no es otra cosa que la falta de conocimiento que tenemos de la Palabra de Dios.

Sabiendo como sabemos lo que afrontó Jesús en el desierto al ser tentado por el diablo, deberíamos comprender la importancia de conocer en profundidad el Texto.

Jesús respondió con firmeza a cada tentación con un pasaje bíblico. Que podríamos responder si no sabemos la Palabra?

Vanos serían nuestros argumentos y torpes nuestras explicaciones. Quizás solamente conseguiríamos demorar el triunfo del mal sobre el bien.

Y será en ese momento cuando mueran a las promesas del Eterno, quienes nunca se preocuparon en conocer la Biblia.

Esto debemos entenderlo como una responsabilidad personal, porque el interés primero debe demostrarse.

Estoy advertido, estamos advertidos!

Oseas 4:6

 Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento.

 Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio;

 porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus

hijos.

Oseias 4:6

O meu povo foi destruído, porque lhe faltou o conhecimento;

porque tu rejeitaste o conhecimento, também eu te rejeitarei, para que não

sejas sacerdote diante de mim;

visto que te esqueceste da lei do teu Deus, também eu me esquecerei

de teus filhos.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

OLVIDO…

Seguramente por causa del vértigo en el que vivimos, nos olvidamos de una cuestión esencial: De la memoria que el Eterno tiene de nuestras obras.

Si no fuéramos tan torpes en nuestras actitudes, tendríamos presente que no solamente nada permanecerá oculto, sino que nada será olvidado.

Esta advertencia debería hacer corregir nuestros comportamientos y recuperar el rumbo perdido en los diarios afanes.

Leyendo a Oseas, recordé esta cuestión y decidí hacer una especie de inventario de mis errores y de lo que pensé sobre ellos.

Creyendo que nada tendría importancia. Pero olvidé que la mirada del Omnipotente está puesta sobre cada criatura y naturalmente, sobre mí también.

No nos olvidemos de esto, porque el Día del Juicio, nos serán reclamadas decisiones y hechos, que podríamos haber pasado por alto. Pero no el Señor!

La única manera de luchar contra esta forma de olvido, es la de vivir de acuerdo a lo que nos manda el Creador, siempre.

En cualquier circunstancia y lugar. Sin excepciones ni claudicaciones, propias de la debilidad de nuestra carne.

Oseas 7:2

Y no consideran en su corazón que tengo en memoria toda su maldad;

ahora les rodearán sus obras; delante de mí están.

Oseias 7:2

 E não dizem no seu coração que eu me lembro de toda a sua maldade;

agora, pois, os cercam as suas obras; diante da minha face estão.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

SEMBRAR VIENTOS…

vientos

Del Reino del Norte de Israel, surgió un solo profeta: Oseas, cuya vida estuvo marcada por una circunstancia que se reflejó en la historia del Pueblo de Dios.

Más de 700 años antes del nacimiento de Jesús, este hombre elegido por Dios para llevar su Palabra, se casó con una prostituta siguiendo el mandato recibido.

De esa relación surge una similitud entre Dios y los judíos, quienes se prostituyeron apartándose de Jehová, llevando su vida hacia un auténtico desastre.

Estas dramáticas circunstancias nos revelan como en la vida de los hombres nada es casual ni tampoco como a pesar de todo, el Amor del Eterno siempre se manifiesta, a pesar de la rebeldía y hasta de la prostitución.

Los reyes de Israel buscaron alianzas para ser fuertes, en lugar de confiar en la ayuda del Todopoderoso, cambiando a los hombres por el Santo.

No es esto lo que nos pasa a los humanos?

Con qué frecuencia buscamos ayuda en los hombres y no en Dios?

Esta decadencia espiritual es la que lleva a las peores iniquidades, entre ellas la idolatría y la falta de Confianza en el Único que es merecedor de ella.

Efraín simboliza la quiebra del Pacto establecido entre los hebreos y el Creador. Simboliza también la actitud que tenemos de no ser fieles en nuestras posturas frente al Eterno.

Cuando obramos de esta manera nos situamos en el lugar que tomó el Pueblo de Dios, al ser infiel, caer en la idolatría y en buscar alianzas impropias de quienes debemos confiar en el Altísimo. Por eso sembraron vientos…

Oseas 8:7

 Porque sembraron viento, y torbellino segarán;

no tendrán mies, ni su espiga hará harina;

y si la hiciere, extraños la comerán.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com