SIN EXCUSAS

Una de las características que mejor define a los seres humanos, es nuestra capacidad casi infinita para inventar excusas, para disculparnos aún con los argumentos más extravagantes.

Siempre estamos dispuestos a encontrar algún motivo para justificarnos y si no lo encontramos también rápidamente buscamos a otra persona para que se haga responsable de nuestros propios actos.

Esta pareciera comprobar uno de los grandes problemas de nuestra nuestra especie, que no es otra cosa que una manifiesta incapacidad para asumir nuestra parte de culpa en cualquier hecho.

Siendo como somos tan amantes del protagonismsilence3o, cambiamos velozmente de actitud cuando se trata de asumir el rol principal ante un hecho errado o ante cualquier situación que nos represente una acusación.

¿Por qué obramos de esta manera? Seguramente porque a pesar de nuestro afán de notoriedad, no nos atrevemos a ser lo suficientemente osados para asumir nuestras culpas.

Por esta razón Jesús cuando vivió como hombre entre los hombres nos enseño que a partir de su Venida ya no tendríamos excusas con relación al pecado.

Él nos ha confrontado con nuestras malas acciones y por lo tanto ya no podemos argumentar ignorancia o falta de conocimiento sobre determinadas cuestiones.

Es la hora para que perentoriamente cambiemos de actitud y nos convirtamos en hombres y mujeres valientes, capaces de ser veraces y reconocer nuestros pecados. Solamente así vendrá el Perdón verdadero sobre nuestras vidas.

Juan 15:22
Diego Acosta García

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