Cada día el Dios Topoderoso se preocupa por nuestros alimentos, brindándonos una inagotable variedad,
para nuestro disfrute. Pero pensemos en los que padecen hambre por causa de la codicia de algunos hombres. LA CREACIÓN
En cada estación del año el Señor nos brinda los frutos buenos para la salud, para alimentarnos y también para nuestro deleite. Demos gracias por Su Obra maravillosa. LA CREACIÓN
Cuando vemos los alimentos que recibimos como Provisión para alimentar nuestro cuerpo, debemos dar gracias al Señor por su cuidado y por su Amor. LA CREACIÓN
Cada día aparece un comentario relacionado con nuestra salud, con recomendaciones de todo tipo.
Se nos habla de cuidar nuestros hábitos, de dormir lo necesario, de beber agua, no llevar una vida sedentaria y también de la necesidad de caminar y hacer ejercicios.
Lo mismo ocurre con la alimentación y como nunca tanto, también se nos recomienda que comer, como combinar los alimentos y que debemos de quitar de la dieta cotidiana.
Está bien tanta preocupación, solo que en la mayoría de los casos es contradictoria. También un día se nos recomienda que bebamos mucha leche y otro, que debemos de tomar cuidado para no ingerirla en demasía.
Y lo mismo ocurre con otros alimentos, que un día son buenos y al siguiente no lo son tanto. Y así nos debatimos en el tema de la salud, sin saber muy bien qué consejo seguir y cuales desechar.
Con todo no se habla de lo esencial: Y qué ocurre con nuestro espíritu? Lo sometemos al budismo del yoga, como se nos sugiere permanentemente? O miramos hacia lo alto buscando a quién nos ha Creado?
De esto no se nos habla, porque generalmente quienes se preocupan tanto por el cuerpo, se olvidan o no quieren saber de lo fundamental.