EL BUEN VECINO
Jesús nos enseñó con sencillos ejemplos
acerca de la Grandeza de su Mensaje.
El buen vecino es una historia sencilla
que nos revela
como podemos convertirnos en el Prójimo.
Diego Acosta – MENSAJE
Jesús nos enseñó con sencillos ejemplos
acerca de la Grandeza de su Mensaje.
El buen vecino es una historia sencilla
que nos revela
como podemos convertirnos en el Prójimo.
Diego Acosta – MENSAJE
Saber quién es nuestro Prójimo
es fundamental para amarlo, cuidarlo y respetarlo.
Así cumpliremos el Mandato contenido en la Biblia
sobre este personaje indisolublemente ligado a nuestra vida.
Diego Acosta – MENSAJE
En el Día del Trabajo,
recordamos lo que la Palabra de Dios,
nos enseña acerca del esfuerzo cotidiano
para ganar nuestro pan
con el sudor de la frente.
Diego Acosta – MENSAJE
Las Buenas venturas significan
una vida más que feliz y teológicamente una felicidad eterna.
En la Biblia están escritas más de 70
y el primero en recibirla fue nuestro padre Adán.
Pr. Autilino Batista de Souza – MENSAJE
Quando nos aproximamos a Cristo
não deve ser apenas pra pedir,
mas sim, e principalmente, para louvá-lo.
A Bíblia nos mostra vários exemplos
de homens e mulheres
que primeiro adoraram a Deus
para depois ir em busca do que precisavam.
Pr. Autilino Batista de Souza – MENSAJE
DEVOCIONAL
Cuando abrimos una ventana nos sorprendemos de muchas cosas que vemos y que no habíamos percibido en la vez anterior. Así es de bueno, además, dejar entrar aire fresco!
Esta figura es exactamente la que podemos utilizar cada vez que abrimos nuestra Biblia!
Muchos de nosotros nos admiramos cuando leemos un versículo que conocemos de memoria y que inesperadamente se nos destaca de todos los demás.
Que ha ocurrido?
Simplemente que el Espíritu comienza a obrar, cada vez que abrimos la ventana simbólica de la Palabra de Dios. No es otra cosa y por eso nos admiramos.
Esto nos debería renovar el interés y la necesidad de permitir que el aire fresco que renueva un ambiente viciado, siga entrando en nuestra vida.
Leer la Biblia debe ser un ejercicio apasionante, porque es el que nos permite escuchar la Voz del Todopoderoso, que se expresa a través de esos versículos que nos sorprenden, porque parecen escritos para nosotros.
Deuteronomio 12:28
Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando,
para que haciendo lo bueno y lo recto
ante los ojos de Jehová tu Dios,
te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre.
Diego Acosta / Neide Ferreira
El gravísimo caso que se investiga
en el Parlamento Europeo
con relación a Qatar se extiende a Marruecos
y podría ampliarse.
Lo importante es que se llegue hasta el final
pues la corrupción está en el hombre,
como la Biblia lo refleja.
Diego Acosta – BLOG del TIEMPO
DEVOCIONAL
La Palabra de Dios es considerada por algunas personas como un atractivo libro de historia y por otros como una secuencia de hechos dramáticos.
Para quienes creemos que es la Revelación del propio Eterno, la Biblia adquiere una dimensión completamente diferente y su lectura se transforma en una fuente inagotable de Sabiduría.
De allí que es necesario reflexionar sobre cuál es nuestra actitud cuando nos adentramos en sus textos, para verdaderamente recibir la Bendición de su Palabra.
Desde siempre he creído que la única forma de leer la Palabra de Dios, es teniendo un profundo respeto por su contenido y también un gran rigor en su interpretación.
Todo lo que no sea entender que cada letra, que cada Palabra, que cada Libro, ha sido inspirado por el Eterno, se convierte en meras conjeturas sin valor y desafiantes de su sentido original.
Cada día me propongo ser un lector riguroso de la Biblia, para evitar ofender a su Creador y para NO tergiversar su Pensamiento.
Deuteronomio 12:28
Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando,
para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios,
te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre.
Diego Acosta / Neide Ferreira
TEXTO EN ESPAÑOL
¡Gracia y Paz, una vez más, os sean multiplicadas por el pleno conocimiento del Señor Jesús! Nuestro tema de hoy es la Alegría. Empiezo preguntando: ¿Debe el salvo en Cristo ser una persona feliz o una persona triste? ¿Es Dios un Ser feliz o triste? ¿Era Jesús, como Hombre, feliz o triste? El gozo de los salvos es distinto al de los impíos. Nuestro gozo viene del Espíritu Santo, no de las bromas televisivas, ni de la prosperidad material, ni de la salud o de los chistes de los hombres. Considerando que una persona con rostro alegre expresa el gozo de la salvación, y tal gozo atrae a las personas y es testimonio de vida, ¿por qué vivimos tristes, ceñudos y con la cara seria? Pensemos en el gozo de Dios. Por ejemplo, en la parábola del hijo pródigo, cuando el hijo volvió a casa, ¡qué alegría hubo en esa casa! Qué alegría en el cielo, dice la Biblia, cuando un pecador se arrepiente. Cuando nació Jesús, los ángeles saludaron a los pastores diciendo: «¡He aquí, os traigo buenas nuevas de gran alegría!». Apocalipsis 19:7 habla de regocijo en el cielo por las bodas del Cordero. Naturalmente será una alegría tremenda, la de esa fiesta. ¿Por qué debemos estar alegres? ¡Porque hemos sido convertidos en hijos de Dios! Esta es la bendición principal. Transformados por el nuevo nacimiento, por supuesto. Gritemos con alegría: «Somos hijos de Dios, no solo siervos». Hijos del Gran Dios Altísimo. Somos hijos de Aquel que es más grande que el sol, la luna y los vientos, sean suaves o los grandes tifones. Ya sean tornados o tormentas. Somos hijos del Creador de océanos y mares, ríos y montañas. De los más bellos bosques y flores. Él más grande que el oro, más grande que la plata y las piedras preciosas, porque fueron creadas por Él. Mayor que el poder de las bombas nucleares y las guerras. Mayor que cualquier poder social y económico del mundo. En resumen: somos, además de hijos, coherederos con Cristo de todas las cosas en el cielo. Por qué, entonces, no proclamar a todo pulmón: somos poderosos por Dios, y el futuro es de Cristo y nuestro también. Sí, lo somos no por mérito propio, es cierto, sino por la inconmensurable gracia divina. Vivimos en un mundo gris y triste, contaminado, amenazante. Un mundo de disputas y guerras, de millones de abandonados y fugitivos de sus propios países, de podredumbre moral y social. Pero nosotros somos, como Iglesia de Cristo, hijos adoptivos y eternos del Gran Dios. Así que estemos alegres y mostremos alegría. Porque ella es nuestra fuerza y la puerta que se abre a este mundo desabrido y triste. Y es también una forma de predicar el Evangelio. Jesús fue ciertamente una persona alegre, cuando fue hombre, con semblante alegre. Por lo tanto, incluso los niños y los adultos, que temen a los desabridos, se sienten atraídos por Él. ¿Quieres ganar almas para Cristo? Además de predicar la Palabra, gózate también en las aflicciones y tribulaciones. El Evangelio significa “Noticia de gran alegría”. Dios está gozoso, porque Él creó el gozo, y ciertamente tiene un humor agudo y santo. Es fácil saber si la persona está constantemente triste o feliz. Basta con mirar ciertas arrugas en la cara. Muchas en la frente y entre los ojos, significan tristeza. En los costados de los ojos, es alegría. Claro que hay que saber cuál es la fuente de la alegría. Por supuesto, hay momentos de tristeza y lágrimas en la vida, pero también momentos de alegría. Hay una carta en el Nuevo Testamento que es la más gozosa de todas: la carta a los Filipenses. Pablo cita la palabra “alegría”, regocijarse y alegrarse 12 veces. En los Salmos, el tema de la alegría es tratado 66 veces en todos ellos. Isaías 61 dice que Jesús vino a traer el aceite de alegría en lugar de tristeza. Tenemos que acostumbrarnos a ser y estar alegres, porque en el cielo habrá gozo constante y gozo eterno. Proclamemos, pues, para que los demás oigan: Somos hijos del Gran Dios en Cristo, por eso nos alegramos. Del Pastor Autilino para la Gloria de Dios. Amén.
DEVOCIONAL
Una tarde estaba lavando la loza o los platos que se habían utilizado para la comida del mediodía, me vinieron estos pensamientos que me fueron de gran ayuda.
Antes, había estado terminando un trabajo relacionado con la Biblia y sus enseñanzas. Y de golpe me encontraba haciendo algo tan sencillo como lavar los utensilios que habíamos utilizado.
Lo primero que me vino a la cabeza fue un pensamiento irónico, porque había pasado de las profundidades bíblicas, a las simples tareas cotidianas.
Desde lo alto había caído a lo bajo, haciendo un resumen de lo que estaba en mi cabeza. Pero pronto el Espíritu Santo acudió para enseñarme.
Nunca debe importarnos lo que hagamos ni en la forma en que se producen nuestros quehaceres. Lo importante es con qué actitud del corazón los enfrentamos.
Si nos alegramos por unos y nos lamentamos por otros, con toda seguridad no podremos servir al Prójimo como nos mandó Jesús. Porque a veces usaremos la Palabra y a veces nuestras manos.
Marcos 12:32 Y el segundo es semejante:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
No hay otro mandamiento mayor que estos.
Diego Acosta / Neide Ferreira