EL BURLADOR

EL ABUELO SALOMÓN

Es sorprendente como las personas que se burlan de los demás, nunca aceptan que nadie les diga algo en el mismo sentido.

Generalmente reaccionan con gestos y palabras que son desmedidos con relación a lo que se les dijo. Qué es lo que provoca estas actitudes?

Es muy difícil comprender porque la disposición a la burla, casi nunca admite contradicciones ni tampoco reacciones. Es como si alguien dijera: Yo me puedo burlar…tú no.

Esta es la raíz del problema: El burlador o el escarnecedor se cree con derecho a obrar como mejor le parezca, sin respetar ni tampoco considerar la sensibilidad de la otra persona.

Ese sentimiento de superioridad se traduce en prepotencia, porque casi nunca un burlador o escarnecedor, aceptará que otra persona pueda burlarse de él.

Quizás haya que pensar que quienes se burlan de los demás, en el fondo tienen miedo de las opiniones y por eso atacan primero y se defienden no aceptando la burla personal.

Una forma de solucionar esta cuestión, es alejarse del burlador o escarnecedor. Así no sufriremos sus ataques ni caeremos en la tentación de responderle.

Diego Acosta

LA BURLA

DEVOCIONAL

Más de una vez he visto como hay personas que se burlan de otros y son amargos en sus risas y ofensivos en sus gestos.

Incluso también, más de una vez fui objeto de burLas, que lastiman y duelen, y se tornan en inolvidables provocando el rencor y los malos deseos.

Por tanto tengamos en cuenta el tremendo valor de la burla, del daño que puede causar y sobre todo del daño que puede causar en el propio burlador.

Si me burlara de alguien, por las razones que sean, seguramente habría en mi corazón una enorme dosis de soberbia y también de falta de respeto.

Sería yo un ser superior si me burlara de alguien?

Decididamente no, sino que reflejaría mi pobreza de espíritu, mi mala voluntad hacia el prójimo y también la torpeza y negligencia de mi proceder.

Perdono a quienes se burlaron de mí y pido perdón por cada una de mis burlas, porque me apartan de Jesús y de su Mandato de cuidar del prójimo.

Proverbios 13: 1
El hijo sabio recibe el consejo del padre;
mas el burlador no escucha las reprensiones.

Diego Acosta / Neide Ferreira