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Tres musulmanes convertidos al cristianismo son juzgados según la nueva enmienda al Código Penal, por actividades sectarias y sin la presencia de abogados defensores.

Los acusados deben afrontar los cargos de participar en la propaganda contra el régimen islámico y fueron puestos en libertad bajo fianza.

Además se les recomendó que abandonaran el país y no hicieran ninguna acción legal para recurrir a mediación para el caso que los afecta.

La enmienda del Código Penal establece que cualquier educación o propaganda desviada que contradiga o interfiera con la sagrada «sharia islámica» será severamente castigada.

El agravamiento de la situación con la nueva norma afecta a los musulmanes convertidos al cristianismo, ya que antes eran acusados de acción contra la seguridad del estado.

La enmienda está dirigida a perseguir a los grupos y movimientos que se han desviado o se han separado del chiismo, que representa el pensamiento y el poder judicial en Irán.

Las autoridades con la nueva ley buscan incluir a los movimientos evangélicos y reformistas así como a los conversos del Islam al Cristianismo.

La Christian Solidarity Worldwide (CSW) explica que las condenas serán más severas y también afectan a las minorías religiosas del país. Razón por la que denuncian los interrogatorios a 17 miembros de la iglesia cristiana.

Diego Acosta