LA HUMANA CORRUPCIÓN
ANTIVIRUS
Cada tanto la cuestión de la corrupción acapara los primeros niveles de las informaciones, provocando reacciones más o menos condenatorias.
Infelizmente esa grave problemática, es uno de los resultados de la falta de temor ante Dios, porque el hombre carece de los límites que ordenarían su conducta.
Debemos comprender que la corrupción no es privativa de un país, sino que enloda a todas las naciones, porque allí donde haya más de un hombre habrá riesgo de esta lacra.
Debemos recordar que para que haya un corrupto, indefectiblemente tendrá que haber un corruptor porque por la naturaleza del problema, siempre es por lo menos cosa de dos.
Como nos recuerda la Palabra de Dios, el que esté en lo alto, cuidese de no caer. Y en este caso, debemos cuidarnos de no caer al lodo contagioso de la corrupción.
Diego Acosta