ÍCONOS…?

Hay palabras que de tanto ser usadas o mal utilizadas, se tornan vulgares y pierden su significado original.

Una de esas palabras es ícono!

La sociedad alude constantemente a personas que pueden ser tomadas como referencia, por ser demostrativas de algunos atributos, que difícilmente podríamos considerar virtudes.

Lo más notable de estas situaciones, es que en la mayoría de los casos se trata de hombres o mujeres cuyas vidas tienen de notable, casi todo aquello que podríamos considerar grandes fracasos personales.

Pareciera que vidas llenas de problemas, de angustias o de tremendos errores, tienen un atractivo que puede vincularse con el lado destructivo o el lado oscuro del mundo.

Esos personajes a los que se eleva a la categoría de íconos, son más bien merecedores de un profundo sentimiento de misericordia que de cualquier otro tipo de reconocimiento.

Observando la vida de Jesús, podemos fácilmente comprobar la tremenda diferencia que hay entre quién proclama la Vida y quienes eligen adentrarse tras las peligrosas fronteras de las tinieblas.

Jesús proclamó su mensaje de Esperanza para los hombres que lo reconocieran como su Señor y su Salvador.

He podido ver el dramático final de una persona que está considerada un ícono de nuestro tiempo y he sentido una profunda pena por su fracaso y también por la exaltación de su frustración.

Escudriñemos con atención todo aquello que nos rodea y lo que se nos muestra como una referencia, sin que se pueda saber muy bien de qué y para qué.

Jesús nos llama a vivir bajo Su Luz y no bajo el dominio de las tinieblas.

Lucas 1:79

PT – Para alumiar os que estão assentados em trevas e sombra de morte,    a  fim de dirigir os nossos pés pelo caminho da paz.

  

ES – Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte;
Para encaminar nuestros pies por camino de paz. 

Diego Acosta / Neide Ferreira

RESPETO Y SERENA ALEGRÍA

Blog del…TIEMPO!

En estos días quienes nos llamamos hijos de Dios, conmemoramos la muerte y Resurrección de Jesús.

Acontecimientos únicos en la historia humana, ante los que debemos pensar en el Amor que recibimos en la Cruz y en la Esperanza que nos dejó la Resurrección.

Jesús es el Hijo del Hombre!

NO es una religión ni tampoco un espectáculo!

Honremos su Memoria con el respeto que es propio de su Majestad y con el agradecimiento por su Sacrificio por cada uno de nosotros.

No seamos partícipes ni de la frivolidad ni de la tradición. En oración, de rodillas y en la intimidad demos Gracias por este Tiempo!

Honremos al Señor!

Diego Acosta

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LA ESPERANZA…!

Hay quienes niegan que debamos tener esperanza!

Tal vez porque alientan a los hombres a vivir de acuerdo a su propia capacidad y a ser los artífices de los hechos que formarán parte de su paso por la tierra.

Si nos preguntamos: Debemos o no debemos de tener esperanza, la respuesta es rotundamente afirmativa. Debemos tener esperanza!

Solamente que de una manera completamente distinta a quienes exaltan al hombre por el hombre mismo. La esperanza nos debe conducir a la Majestad del Soberano!

Es la que nunca nos desilusionará, la que nunca nos hará sentir infantiles, ni tampoco amantes de las fantasías o las ilusiones.

En mis primeros tiempos de creyente, cuando aún precisaba los alimentos de los niños, pensaba que la esperanza no era propia de quiénes éramos seguidores de Jesús.

Era porque no conocía su verdadera dimensión y la comparaba con mis anteriores formas de concebir la esperanza.

No sabía que se fundamentaba precisamente en el Hijo del Hombre, en las promesas del Padre y en el total cumplimiento de todas las que se hicieron en el pasado y se formularon para el futuro.

No tiene más esperanza el que mente llena su mente de fantasías, ni el que se adjudica grandes hechos. Todo lo contrario, se alejan cada día más de lo verdadero.

Si nuestra esperanza está depositada en la Vida Eterna y en la certeza de la venida de Jesús como Rey de Reyes, NUNCA seremos defraudados.

Creer en eso es absolutamente legítimo y habla de nuestra confianza en el Hijo de Dios. Tengamos viva la buena esperanza!

Salmo 146:5

PT – Bem-aventurado aquele que tem o Deus de Jacó por seu auxílio

       e cuja esperança está posta no Senhor, seu Deus.

ES – Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob,

        cuya esperanza está en Jehová su Dios.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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TOBOGÁN

Cuando era niño el tobogán era uno de mis juegos favoritos, para subir y bajar una y otra vez.

En aquel tiempo era un simple juego de madera que se podía encontrar en cualquier plaza, por modesta que fuera en la ciudad donde vivía.

Recuerdo que me llamaba la atención, lo odioso que me resultaba a veces, que para bajar, había que subir escaleras que me parecían demasiado altas.

Subir significaba un esfuerzo mucho más grande, mientras que la caída era muy rápida y muchas veces terminaba en llantos por los golpes.

A pesar de todo, era divertido!

Ahora cuando veo un tobogán recuerdo a los de mi niñez y pienso en cómo se parecen a lo que ha sido mi vida, aún después de ser creyente.

Cuántos esfuerzos hago para subir como si estuviera en un tobogán, para llegar a esa breve meta que es la base desde donde comienza la caída.

Con un poco de imaginación este juego se parece mucho a un círculo, en el que una y otra vez pasamos de lo alto a lo más bajo, repitiendo la situación continuamente.

Muchas veces me he preguntado: Hasta cuando estaré en un tobogán?

Con todo lo difícil que es, la respuesta es muy sencilla: Hasta que mi fe sea superior a mis dudas!

Cada vez que creo que estoy llegando a lo alto, se produce la caída, porque mi fe no es tan grande como para enfrentar el tiempo malo.

Hasta cuándo? Hasta que consiga hacer que mi fe, no  decaiga ante los problemas, las dificultades, los errores.

Entonces podré subir hasta llegar a Jesús!

Hebreos 10:23

PT –  Retenhamos firmes a confissão da nossa esperança,

         porque fiel é o que prometeu.

ES –  Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza,

         porque fiel es el que prometió.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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