EL CHISME DEGRADANTE

EL ABUELO SALOMÓN

Con cuánta avidez hay personas que se deleitan con los chismes, buscando saber sobre las miserias de otros que son tan atractivas.

Esta forma de vivir tristemente es también una fuente de recursos, para quienes precisamente no se atreven a vivir como los demás, es decir trabajando y esforzándose en las dificultades.

Vender su propia vida es una forma penosa de degradación, que poco a poco va dejando sin reservas morales a quienes la practican, porque cada vez se les pedirá más de sus tragedias personales.

Siendo una forma de vivir, es también una forma de no vivir la propia existencia porque hay quienes buscan en los hechos de los demás todo aquello de lo que carecen.

La vida vacía, sin alicientes ni contenidos, es la madre del chisme, que se alimentan de la tristeza de no querer reconocer que muchas veces desear saber sobre los demás, no es otra cosa que una manera de manifestar su propia frustración.

Hay una manera superior de vivir, que está completamente alejada del chisme y muy cercana al Prójimo.

Diego Acosta