Las consecuencias de la desobediencia

En el Libro de Levítico se mencionan las tribulaciones
que Jehová impuso

al pueblo de Israel, a raíz de su desobediencia
y como a pesar de estas circunstancias,
no los abandonó ni tampoco invalidó su Pacto.
Todos los actos tienen sus consecuencias
y Jehová una vez más lo ratifica.
EN ESTE DÍA

LIMPIEZA

DEVOCIONAL

Pensando en la limpieza personal, generalmente nos remitimos a nuestro cuerpo, raramente trasladamos este concepto al orden superior de nuestra vida, la santidad.

En el Libro de Levítico el Eterno pone de manifiesto la importancia de la limpieza y el especial cuidado que debemos de tener quienes nos llamamos sus hijos con relación a esta cuestión.

Es verdad que en el tercer Libro de la Biblia, se hace mención a todas las disposiciones que debían de cumplir quienes estaban en directa relación con el Templo, remarcado el principio fundamental de la obediencia.

También es verdad que la Iglesia se rige por lo dispuesto en el Nuevo Testamento, pero la cuestión de la Santidad es inherente al propio Dios y por tanto ineludible desde la perspectiva personal.

Debo comprender que si Jehová puso especial énfasis en demandar a Moisés y Aarón las normas de obediencia que debería de tener el pueblo de Israel, esas mismas normas deberían formar parte de mi propia vida.

Debo buscar la santidad, porque Dios es Santo!

Levítico 10:10
ES – Para poder discernir
entre lo santo y lo profano,
y entre lo inmundo y lo limpio.

PT – Para fazer diferença
entre o santo e o profano
e entre o imundo e o limpo.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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ALERTA HALLOWEEN!

 

ANTIVIRUS

Que dice la Biblia sobre los espíritus de los muertos?

Y el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos

o se entregare a la adivinación, ha de morir;

serán apedreados; su sangre será sobre ellos.

Estamos advertidos en el Libro de Levítico 20:27

acerca de lo que hoy, por ignorancia o por desafío a Dios

se recuerda como la fiesta pagana de Halloween.

Cada padre responderá por las decisiones que tome

sobre sus hijos!

Diego Acosta

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LA EXPIACIÓN

En el Libro de Levítico se revela como fue mandado por Jehová, la presentación de ofrendas para la expiación de los pecados.

Un mandamiento que tuvo su término con la última gran Expiación, con el Supremo ofrecimiento realizado por la expiación de los pecados de todos los hombres.

Tan grande resultó el sacrificio de Jesús en la cruz, que invalidó un mandamiento que había sido dado a las generaciones anteriores de realizar ofrendas para que el supremo sacerdote las pusiera en el altar del Templo.

Esta revelación nos debería hacer reflexionar acerca de lo que representa Jesús en la historia de la Humanidad y de su trascendencia, a pesar de que fue negado, denostado y ajusticiado.

Si perdemos la perspectiva de todo lo que significa, nunca podremos comprender los mandatos recibidos de ÉL ni podremos utilizar el Poder que ÉL nos ha concedido para sanar enfermos y expulsar demonios.

Debemos recuperar el sentido verdadero de su Sacrificio, para que la expiación de nuestros pecados obre poderosamente en nuestras vidas y ante el Padre.

Levítico 5:5-7

ES – Cuando pecare en alguna de estas cosas, confesará aquello en que pecó,

y para su expiación traerá a Jehová por su pecado que cometió, una hembra de los rebaños, una cordera o una cabra como ofrenda de expiación; y el sacerdote le hará expiación por su pecado.

 Y si no tuviere lo suficiente para un cordero, traerá a Jehová en expiación por su pecado que cometió, dos tórtolas o dos palominos, el uno para expiación, y el otro para holocausto.

PT – Será, pois, que, culpado sendo numa destas coisas, confessará aquilo em que pecou.

E a sua expiação trará ao Senhor, pelo seu pecado que pecou: uma fêmea de gado miúdo, uma cordeira ou uma cabrinha pelo pecado; assim, o sacerdote por ela fará expiação do seu pecado.

 Mas, se a sua mão não alcançar o que bastar para gado miúdo, então, trará, em expiação da culpa que cometeu, ao Senhor, duas rolas ou dois pombinhos; um para expiação do pecado, e o outro para holocausto.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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EN MI NOMBRE – lll

La cuestión de la Sanidad depende esencialmente de la fe que tengamos para creer que podemos ser sanados.

Es absolutamente necesario que creamos que Dios nos quiere sanar y que no es su Voluntad, de que estemos dolientes.

Entonces se producirá el milagro de la sanidad, cuando estemos seguros y convencidos por fe, que podemos ser sanados.

Nuestra certeza debe estar centrada en que quiere cumplir su Promesa de que nos sanará. Si esto es así, entonces ocurrirá el Milagro.

Recordemos el mensaje del Libro de Números, 23:19:

Dios no es hombre, para que mienta,
Ni hijo de hombre para que se arrepienta.
El dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?

Debemos de tener la seguridad de que el propio Eterno tiene celo del cumplimiento de sus Palabras.

Estos son pasos indispensables para llegar a tener la plena fe, en el cumplimiento de las Promesas del Todopoderoso.

Diego Acosta

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