AGRADECIDOS AL SEÑOR

DEVOCIONAL

Son tantas las razones que tenemos para dar gracias al Señor y también para clamar por su Misericordia, que en demasiadas ocasiones solo nos ocupamos de nuestras necesidades.

Es necesario recapacitar sobre esta cuestión, porque es uno de los principales motivos del cíclico proceso de acercarnos-alejarnos a Dios.

Cuando solamente nos preocupamos por lo que consideramos urgente o imprescindible, nos olvidamos todas las razones que tenemos para agradecer la Gracia del Eterno sobre nuestra vida.

Nos convertimos en pedigüeños, extendiendo nuestras manos reclamando sin cesar, pero olvidando que también debemos ser agradecidos y demostrarlo.

El Todopoderoso no precisa de nuestro reconocimiento, pero sí precisa recibir las señales de nuestra confianza y por encima de todo de nuestra obediencia.

Pedir y pedir se convierte en una forma de vivir, alejada por completo de lo que debería ser un continuo agradecer al Padre, de todo lo que nos brinda, aún sin saber nosotros que lo necesitamos.

Salmo 32:10
Muchos dolores habrá para el impío;
mas al que espera en Jehová,
le rodea la misericordia.

Diego Acosta / Neide Ferreira