Con Amor debemos perdonar a nuestros ofensores y también pedir perdón por lo que pensamos de ellos.
Así se consuma el verdadero Perdón, que es el que nos concede la Salvación luego del arrepentimiento por los pecados. Diego Acosta – MENSAJE
Los pecados humanos son perdonados
a partir del arrepentimiento y de aceptar a Jesús,
pues ÉL fue el último sacrificio de sangre
demandado para el cumplimiento del Plan de Salvación luego del pecado de Adán y Eva. Diego Acosta – MENSAJE
En estas horas conmemoramos el Nacimiento de Jesús que vino al mundo a darnos la Vida Eterna,
entregando su Vida por el perdón de nuestros pecados,
con mansedumbre y humildad. Diego Acosta – MENSAJE
Los hombres de buena voluntad del mundo el 24 Conmemoramos la Navidad, el nacimiento de Jesús el Hijo de Dios nacido de mujer para darnos la Gloriosa Esperanza de la Vida Eterna,
luego del Perdón. PERSONAL
Al cumplirse 80 años del levantamiento
de los judíos del Ghetto, el presidente de Alemania pidió perdón por los crímenes cometidos por su país en la Segunda Guerra Mundial. Diego Acosta – BLOG del TIEMPO
Dios estableció normas de vida, no para limitarnos,
sino para preservarnos de nosotros mismos. El gratis total es una terrible mentira porque nos induce a creer que podemos hacer lo que nos parezca mejor,
en contra de las normas del Eterno. Diego Acosta – MENSAJE
Cada vez que miramos hacia atrás, nos alejamos de Dios y permitimos que el Diablo concrete su obra de destrucción en nuestras vidas. Nos olvidamos de la Esperanza y
el diablo hace su obra de maldad. Diego Acosta – MENSAJE
El Hijo del Hombre declaró que fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados. comenzando por Jerusalén. PAN DE VIDA
Se podría decir que se entiende cuando una persona se muestra abatida, con una profunda tristeza y con el lógico desánimo que provocan estos estados de ánimo.
La cuestión es saber que produce el abatimiento?
Si logramos conocer el origen podremos intentar una solución, aunque a veces resulte tan difícil y hasta poco probable. Pero la cuestión es intentarlo.
Las humillaciones públicas o aún las que se producen en el más estrecho círculo de las relaciones personales, son las que muchas veces desencadenan estos episodios.
Sencillamente porque nos hunden y nos duelen tanto, que no somos capaces de reaccionar. O bien tratando de argumentar en contra de la humillación o bien tratando de superarla pese a lo inesperada que pueda resultar.
Puede ocurrir que hayamos sido víctimas de alguna bajeza que nos resulte incomprensible o intolerable, mucho más cuando provenga de una persona de la que nunca lo sospecharíamos.
El primer paso en la lucha contra el abatimiento, lo daremos perdonando a quién nos ha humillado o ha cometido alguna bajeza contra nosotros. El perdón, es también la mejor forma de volver a creer en nosotros mismos.
Si aceptáramos los buenos consejos, podríamos llevar sosiego a nuestro corazón si quitamos el enojo, para que no sea un obstáculo en nuestra vida.
Decía mi padre que el que se enojaba perdía…era una manera muy sencilla de dar un ejemplo concreto, acerca del mal que produce este sentimiento.
Sí es cierto que una cosa es decir y otra muy diferente es hacer, pero intentarlo nos ayudará a resolver una cuestión que según pasan los días se agranda sin remedio.
Una forma de empezar es tratar de recordar qué es lo que ha originado nuestro enojo, porque puede tratarse de un exceso de nuestro ánimo en un determinado día.
Porque lo que motivó nuestro enojo y desencadenó nuestra ira, puede tratarse de algo que no tiene trascendencia. Pero si la tuviera, con más razón debemos obrar para librarnos de la carga.
Si apelamos al perdón, nos llevará a la solución. Porque solamente el perdón, nos hará a recuperar el sosiego y la paz.