DÍA DEL PERDÓN

BLOG del TIEMPO

Con el anochecer comienza el día más sagrado del calendario hebreo: El Día del Perdón, la jornada durante la cual el Eterno pone fin al juzgamiento de la humanidad y sella su dictamen, preferentemente en el Libro de la Vida.

Los judíos de todo el mundo conmemoran este acontecimiento que tiene al ayuno como protagonista, el único decretado en la Torá, desde hace alrededor de 3.300 años.

Es el día del arrepentimiento por las malas acciones y el tiempo en el que se busca poner fin a los hechos que deben ser perdonados y se busca la reparación por los daños cometidos.

La reconciliación es una cuestión interior, que permitirá que en el futuro no se vuelvan a repetir los mismos errores y lograr que se recuperen los mejores valores de cada uno.

De allí que se hable arrepentimiento, perdón y reconciliación.

Es el día en el que se sugiere que toda persona debe mirar a lo largo de su vida en cinco direcciones:
-Hacia Adelante, para saber a donde se dirige,
-Hacia Atrás, para recordar de donde se viene,
-Hacia Abajo, para no pisar a nadie,
-Hacia los Costados, para saber quién lo acompaña en los tiempos  difíciles,
-Hacia Arriba, para saber que siempre hay alguien que lo está cuidando.

Diego Acosta

 

 

EL MEJOR REGALO

DEVOCIONAL

No recuerdo el nombre de quién me contaba que cuando comenzó a frecuentar una congregación, lo primero que le hicieron fue regalarle una Biblia.

Esta persona decía que al principio no sabía ni por dónde empezar, pero que un hermano con mucha paciencia le fue mostrando las maravillas que tiene la Palaba de Dios.

Y esta señora decía que poco a poco se fue adentrando en la riqueza infinita del Texto y empezó a darse cuenta, todo lo vana que había sido su vida pasada.

Comenzó a apreciar los errores que había cometido y cuánta necesidad tenía de que sus pecados les fueran perdonados por el Hijo del Hombre.

Esa proximidad con Jesús le fue abriendo la mente para vislumbrar la infinita Majestad del Padre y también la Gracia inmerecida que había tenido en su vida de conocer a su Salvador.

Y todo comenzó por aquel regalo de una Biblia, que alguien puso en sus manos.

Deuteronomio 9:10
y me dio Jehová las dos tablas de piedra
escritas con el dedo de Dios;
y en ellas estaba escrito según todas las palabras
que os habló Jehová en el monte,
de en medio del fuego, el día de la asamblea.

Diego Acosta / Neide Ferreira