HACIA EL FINAL

En las horas de incertidumbre de rumores de guerra
tenemos el arma más poderosa de todos los hombres:
La Oración.
Podemos clamar al Dios Todopoderoso
por ayuda y consuelo en los tiempos difíciles.
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO

 

Somos los únicos seres vivientes?

Los científicos siguen buscando otras formas de vida
en el espacio

realizando grandes comprobaciones
que se centralizaron en la galaxia de la Vela.
Los resultados fueron negativos,
pero en la inmensidad que nos rodea

según ellos todo es posible.
Y no mencionan a su Creador!

Diego Acosta – ANTIVIRUS

MÁS SEÑALES…?

CONSIGNA: SER PRUDENTES Y ESCUDRIÑAR

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Los discípulos le pidieron a Jesús que les diera algunas señales relacionadas con el fin del mundo, que anunciarían su Segunda Venida a la Tierra.

Entre ellas dijo el Hijo del Hombre: Habrá pestes, hambres y terremotos, en diferentes lugares y agregó que todo esto es solo principio de dolores.

Ante la evidencia de la Verdad en sus Palabras, advertimos que el mundo está siendo azotado por una epidemia-plaga-peste, se una magnitud sin igual en la historia de la civilización.

Cientos de millones de personas en todo el mundo, están afectadas por diversos grados de confinamiento, para tratar de combatir la acción del virus para el que se buscan vacunas o remedios eficaces.

En África la anunciada plaga de langostas que había previsto la Organización Mundial de la Salud, ya está avanzando sobre varios países devorando las plantaciones de alimentos. El drama del hambre, se cierne sobre el continente.

Y en Indonesia ha vuelto a entrar en erupción el llamado hijo del volcán Krakatoa, aumentando el riesgo para las poblaciones cercanas y según los expertos, activando el llamado cinturón de fuego formado por otros 14 volcanes.

No es tiempo de tener miedo. Si es tiempo de oración clamando por Misericordia. Ya tenemos las señales y la cuestión es no negarlas.

Diego Acosta

www.septimomilenio.com

LAS SEÑALES

Los discípulos pidieron señales al Hijo del Hombre!

Estoy convencido de que todos nosotros, también deseamos y esperamos que el Señor nos conceda señales para nuestra vida.

Puede que sea un reconocimiento, aún sin saberlo, de la debilidad y de la pequeñez que nos caracteriza a los humanos.

En mi caso lo reconozco sobradamente, porque todo lo que hago y los frutos que  consigo, son producto única y exclusivamente de la Gracia del Soberano.

Alguna vez pensé que los discípulos habían sido muy osados en su pedido de señales, pero la respuesta de Jesús fue generosa y misericordiosa.

Estando a su lado, era preciso pedirle señales?

Acaso no las estaban recibiendo en cada enseñanza?

Acaso no estaban viviendo el tiempo más asombroso de la historia humana?

Todas estas preguntas llevan a la misma respuesta, como ocurre conmigo cuando pienso en que necesito señales para seguir avanzando cada día.

Es decir: No me bastan los pequeños milagros cotidianos que percibo en cada momento de mi existencia, sino que además soy capaz de reclamar más pruebas del Poder de Dios sobre mi vida.

En el fondo se trata de una declaración de torpeza y de falta de agradecimiento por todo lo que he recibido y por todo lo que recibiré.

Reclamar señales creo que ha sido y será una falta de Confianza en el Único en el que podemos confiar!

No permitamos que el ruidoso fragor de nuestra ansiedad nos impida escuchar la Palabra del Señor y que la frivolidad nos impida reconocer sus mensajes.

Demos gracias por existir y por el cuidado que Él tiene de nuestra existencia!

Mateo 24:30

 Então, aparecerá no céu o sinal do Filho do Homem; e todas as tribos da terra se lamentarão e verão o Filho do Homem vindo sobre as nuvens do céu, com poder e grande glória.

Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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