TODO ES PARA BIEN

DEVOCIONAL

Muchas veces he escuchado las palabras que llenan de esperanza y alegría el corazón: todo contribuye para bien para los que creen en el Señor.

Y más de una vez he pensado en la hora de la aflicción, como es posible que aún en esos momentos pueda haber algo bueno?

La Palabra de Dios es Perfecta, porque ÉL es Perfecto y solo debemos procurar que aumente nuestra fe, en las más difíciles circunstancias y ante las que no sabemos cómo reaccionar.

Un ejemplo tremendo de esta reflexión, es lo que ocurrió durante los setenta años que duró el exilio del Pueblo judío en Babilonia. Fue tremendo para ellos, pero la tierra reposó.

Aquí podemos ver como la Palabra tiene acabado cumplimiento! Lo que fue malo para los hombres, resultó bueno para la Tierra a la que volverían. Y obviamente podría rendir más y mejor al ser cultivada.

Ninguna tragedia es demasiado grande, como para que el Todopoderoso la transforme en algo bueno. No lo olvidemos.

2 Crónicas 36:21
Para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías,
hasta que la tierra hubo gozado de reposo;
porque todo el tiempo de su asolamiento reposó,
hasta que los setenta años fueron cumplidos.

Diego Acosta / Neide Ferreira

 

OFRENDA Y RECONCILIACIÓN

RECONCILIACIÓN

El Hijo del Hombre formuló una importante enseñanza con relación al significado de la ofrenda y la reconciliación.

MATEO 5:23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti. Jesús alude al momento en que decidimos llevar nuestra ofrenda y lo relaciona con una cuestión muy especial.

Solamente si estamos alertas en el sentido espiritual, podremos advertir o recordar, la existencia de un hermano que tiene una cuestión pendiente con nosotros.

MATEO 5:24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. Jesús nos enseñó como debemos proceder en una situación tan delicada como la planteada.

Nos manda dejar nuestra ofrenda en el altar, sin presentarla y entonces buscar al hermano y reconciliarnos con él, porque entonces si estaremos en condiciones espirituales de entregar nuestra ofrenda al Señor.

Esto lo desarrolla Daniel 9:24 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.

La cuestión de la reconciliación es fundamental, porque si lo hacemos con un hermano, también y en sentido más amplio lo estaremos haciendo con el Dios Todopoderoso.

Solamente habiendo cumplido este paso podremos llevar nuestra ofrenda ante el altar. Habrá entonces Paz en nuestro espíritu.

Diego Acosta