EL ESPÍRITU OLÍMPICO
ANTIVIRUS
Los Juegos Olímpicos representan uno de los grandes espectáculos que se ofrecen cada cuatro años. Cinco en el que se está celebrando por causa de la peste.
El asombroso número de participantes y las cifras de los costos de organización, suponen nuevos records. Objetivo que para muchos atletas es el máximo anhelo.
Pensando en todas estas cuestiones, llegamos a la conclusión que el verdadero “espíritu Olímpico” que tanto se proclama, no está en ninguno de los elementos que hemos señalado.
Estaría, suponemos en el de los hombres y mujeres que llegaron anónimamente que se volverán en las mismas condiciones. Solo habrán cumplido con su sueño de haber participado y con la alegría de haber representado a su país.
Estos anónimos, saben perfectamente que no tienen en la práctica ni la más remota posibilidad de ganar, pero igual participan. Tal vez porque en ellos, está depositado el verdadero espíritu y no el gran negocio que aparenta ser.
Diego Acosta