DE DONDE SOMOS

DEVOCIONAL

A muchos de los orgullosos, presuntuosos, ostentosos o vanidosos, seguramente no les resultará agradable recordarles de donde venimos y a donde regresaremos.

Este pensamiento lo provocó una exaltada manifestación de poder que hizo recientemente una persona, que juzgaba su verdadera valía por el cargo que ostentaba.

Es decir: Todo lo importante que se consideraba dependía de las funciones que desempeñaba, olvidando que contra más altas son las distinciones más riesgo hay de perderlas.

Pero fue bueno, porque me pude advertir a mi mismo, acerca de la importancia que me doy y con qué facilidad me olvido qué provengo del polvo y que polvo soy.

Solamente el aliento del Eterno me ha dado la vida y el día en que me sea quitado, volveré a ser polvo, uno de los elementos menos importantes de todos los conocidos.

Aunque la Tierra lleve su nombre. Solo somos valiosos cuando tenemos al Espíritu como Guía Supremo.

Génesis 3:19
Con el sudor de tu rostro comerás el pan
hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado;
pues polvo eres, y al polvo volverás.

Diego Acosta / Neide Ferreira